No hay amante de la Fórmula Uno que olvide aquel trágico primero de mayo de 1994. Fue el día en el que uno de los más grandes pilotos de todos los tiempos dijo adiós. Ayrton Senna, el tricampeón del mundo y uno de los más rápidos de la historia, falleció luego de chocar a más de 200 km/h.
Fue en el Gran Premio de San Marino. El Williams de Ayrton se estrelló contra el paredón de Tamburello y un brazo de suspensión le perforó el casco. El motivo de aquel despiste nunca se esclareció por completo: las teorías van desde un defecto en la dirección hasta la baja temperatura de los neumáticos.
"No importa si esa columna de dirección causó el accidente o no, es imposible olvidar el hecho de que era una pieza de diseño mala, que nunca debería haberse permitido en el coche”, se lamentó en su autobiografía Adrian Newey, mítico ingeniero de la F1 y responsable de aquel Williams de 1994.
Sid Watkins, jefe del equipo médico de la Fórmula Uno y amigo personal del piloto fue uno de los primeros en llegar a la escena. En el documental "Senna", relató: "Le sacamos el casco y le pusimos un respirador. Pude ver por sus señales neurológicas que sería una herida fatal en la cabeza. Luego suspiró y su cuerpo se relajó. Ese fue el momento. No soy religioso, pero creí que el espíritu había partido".
Ayrton no estaba bien de ánimo ese domingo, según relataron en diferentes entrevistas allegados. El fin de semana había arrancado el viernes con un gran choque de Rubens Barrichello, del que logró recuperarse, pero el sábado siguió la trágica muerte de Roland Ratzenberger tras chocar a 300 km/h.
El accidente fatal del tricampeón del mundo replanteó todas las medidas de seguridad de la categoría, que dieron un giro. Se reforzaron las protecciones para pilotos y circuitos. Tanto, que pasaron más de 20 años hasta la muerte de otro corredor, en octubre de 2014, cuando Jules Bianchi chocó contra una grúa.
Senna logró 65 pole positions y 41 victorias, con el récord de seis de ellas en Mónaco. Y posee tres títulos mundiales, todos con McLaren.
Aunque su marca estadística no es tan impactante como la de otros pilotos, por personalidad, carisma y talento en la pista, Senna fue, es y será uno de los más queridos por la gente.
Fuente: Todo Noticias
