Independiente de Avellaneda jugó en la noche de ayer ante Universidad Católica de Ecuador por los octavos de final de la Copa Sudamericana. Dentro del equipo de Becaccece, estaba un jujeño con la ilusión y el sueño de debutar con el plantel de primera.
Lo llevan en la sangre: amor y pasión por el fútbol, como así también la lucha por llegar a ser algo mejor siempre. Lucas González de 19 años, hijo del gran Alejandro González, comenzó en Gimnasia y Esgrima de Jujuy y ayer le tocó dar el primer paso en su vida profesional.
"De la cuna al infierno", así lo titula la página del club copero. El volante o extremo por izquierda ingresó reemplazando nada más ni nada menos que al goleador de la noche, Pablo Hernández a los 75' de la etapa complementaria por el partido de ida de los octavos de la Copa Sudamericana.
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No había tenido oportunidad de hacerlo en el fútbol local, y saltó directamente al internacional. Su papá, prendido a la televisión cada vez que jugaba el "rojo" de Avellaneda, lo hizo en la noche de ayer también y manifestó que "no pensé que iba a debutar tan rápido, entro a los veinticinco minutos del segundo tiempo, jugo muy bien".
"Creo que yo estaba más nervioso que el, me comí todas las uñas" dijo riendose el Ale.
Este fin de semana continúa la competencia para Independiente en el fútbol local, en la primera fecha de la Superliga Argentina el domingo ante Defensa y Justicia, y el próximo jueves la vuelta del encuentro ante la Universidad Católica, que definirá el pase a los cuartos de final de la Sudamericana.
Sin dudas un día inolvidable para el joven jujeño, su familia futbolera y los amigos que lo siguen en cada momento.
