Cuando no hay otro estímulo ni contacto social, las personas tienden a tomar una copita para animarse. Mientras municipios y provincias prohíben la venta de alcohol e imponer más restricciones, para muchos, en estos días de confinamiento, una copa de vino o una cerveza son el refugio más a mano para escapar de la sobrecarga información, la incertidumbre y las exigencias múltiples.
La Organización Mundial de la Salud, sin embargo, dice que el alcohol puede poner a las personas en mayor riesgo de contraer el coronavirus, exacerbar la vulnerabilidad de la salud, los comportamientos de riesgo, los problemas de salud mental y la violencia.
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“El alcohol compromete el sistema inmunológico del cuerpo y aumenta el riesgo de resultados adversos para la salud”, aseguraron desde la oficina regional de la OMS para Europa en un informe publicado el martes. “Por lo tanto, las personas deben minimizar su consumo de alcohol en cualquier momento, y particularmente durante la pandemia de COVID-19”.
El consumo excesivo de alcohol puede debilitar el sistema inmunitario, por lo que en un intento por frenar el consumo de alcohol durante la pandemia, los funcionarios de la OMS exhortan a los gobiernos de todo el mundo a aplicar medidas que limiten el consumo de alcohol y repriman la información errónea sobre el coronavirus.
“En tiempos de pandemia, nos encontramos con que la gente está encerrada en su casa disfrutando lo que para muchos es un gran placer que es el tomar alcohol, fundamentalmente con las cenas. Se ha visto como un factor de riesgo para cuadros más críticos de COVID-19. Es decir, si se contagia un paciente alcóholico va a tener más riesgo de producir un cuadro más agudo, más crítico y con una peor evolución”, explicó Francisco Toscano, médico cardiólogo (MN 95.358), miembro de la Fundación Cardiólogica Argentina.
“Durante la pandemia de COVID-19, realmente deberíamos preguntarnos qué riesgos estamos tomando al dejar a las personas encerradas en sus hogares con una sustancia que es dañina tanto en términos de su salud como de los efectos de su comportamiento en los demás, incluida la violencia", dice Carina Ferreira-Borges, gerente del Programa de Alcohol y Drogas Ilícitas de la OMS para Europa.
“Alcohol y COVID-19: lo que necesita saber”.
“El miedo y la información errónea han generado un mito peligroso de que el consumo de alcohol de alta concentración puede matar el virus COVID-19. No es así. El consumo de cualquier alcohol plantea riesgos para la salud, pero el consumo de alcohol etílico (etanol) de alta concentración, especialmente si ha sido adulterado con metanol, puede tener graves consecuencias para la salud, incluida la muerte”, advirtieron.
El consumo de alcohol tampoco puede hacer que las personas sean inmunes al virus, explicaron. “El consumo excesivo de alcohol puede comprometer el sistema inmunitario y debilitar su capacidad de defensa contra los virus, por lo que si las personas se infectan con el coronavirus, el consumo de alcohol puede empeorar el riesgo para su salud”, aseveraron los expertos de la salud.
Las reglas y regulaciones existentes para proteger la salud y reducir el daño causado por el alcohol, como restringir el acceso, deben mantenerse e incluso reforzarse durante las situaciones de emergencia y pandemia de COVID-19, según la OMS.