El COVID-19 ha provocado una conmoción económica y social a nivel mundial, donde la magnitud de su impacto y el desorden ocasionado no tienen parangón en la historia, puesto que las “pandemias” anteriores que conoció la humanidad sucedieron en un mundo donde el desarrollo de un Mercado Único a nivel Mundial aun no existía o mas bien estaba en ciernes.
Por ello es dable recordar que entre la “Peste Negra” del Siglo XIV, con centro en el continente Europeo, que se dio antes del llamado descubrimiento de América del Siglo XV, y la única excepción ocurrida en el siglo XX, a través del fenómeno de instauración transitoria de regímenes socialistas, tras sus derrotas, el mundo se encaminó indefectiblemente hacia ese mercado mundial único, lo que se denominó “Globalización”, con el agravante que ahora la población del mundo es mucho mayor y la interconexión de países y personas se hace en minutos y hasta en segundos y la comunicación recorre miles de kilómetros en forma vertiginosa.
La humanidad vivirá una situación anormal con serios problemas económicos y sociales hasta tanto no se encuentre la vacuna que permita curar la enfermedad, donde las consecuencias en la economía global son aun impredecibles. La producción de bienes y servicios y el mercado bursátil verifican una crisis, se evidencia destrucción de activos físicos y financieros, aumento de la pobreza e incertidumbre sobre la perspectiva de superación del desorden producido por esta pandemia. En este sentido hay opiniones que anticipan que el mundo económico y político no volverá a ser el mismo ni tal como lo conocimos hasta inicios de este año.
En este contexto y en medio de esta crisis mundial no debemos polarizar el problema sanitario con la crisis económica, es prioridad resolver lo sanitario y la vulnerabilidad de los sectores mas desprotegidos de la sociedad, donde la economía tendrá que ser debidamente asistida a fin de mitigar el impacto que esta pandemia provocara a nivel económico y social.
En Argentina las consecuencias se han sentido con intensidad. El gobierno tomó medidas de auxilio respecto a adicionales en la Asignación Universal por Hijo (AUH) y a quienes reciben planes sociales, aumentó las jubilaciones mínimas, decidió una asignación familiar de emergencia para las categorías A; B y C del Monotributo como para los trabajadores informales, personal de casas particulares y cuentapropistas de $ 10.000, se congelaron las tarifas de los servicios públicos y los alquileres, se extendió el Salario Complementario al 50% de los haberes que deben pagar los empleadores a todos su trabajadores, previo tramite ante AFIP-DGI, al mismo tiempo se decidió líneas de créditos a tasa del 24 % para asistir a las empresas en el pago de los sueldos y se decidió otorgar una créditos a tasa 0% a todas las categorías del montotributo y a los Autónomos para ser utilizados a través de las Tarjetas de Crédito. No obstante se verifica en el sistema bancario comercial cierta mora burocrática para asistir a las pequeñas y medianas empresas, habiendo decidido el Poder Ejecutivo Nacional canalizar la asistencia a quienes la necesitan en forma directa.
Finalmente cabe destacar las medidas de prevención sanitarias tomadas en forma oportuna por el Gobierno de la Provincia, como el grado de responsabilidad y acatamiento que ha tenido la población de Jujuy respecto a las mismas. Nuestro Consejo se ha involucrado con distintos aportes profesionales y técnicos para contribuir en la difícil situación que estamos viviendo.
