Tras cuatro meses y medio de suspensión por el coronavirus, la NBA reinició su temporada este jueves con un gesto de protesta contra el racismo. Jugadores y entrenadores de Utah Jazzy New Orleans Pelicans, equipos que disputaron el primer partido, se arrodillaron durante el himno estadounidense, a modo de reclamo.
Los jugadores, con los brazos entrelazados, portaban camisetas negras con el lema 'Black Lives Matter' (La vida de las personas negras importa), que también está grabado en el centro de la cancha del complejo deportivo de Disney World (Orlando). El gesto se convirtió en uno de los símbolos de las masivas manifestaciones por la igualdad racial y el fin de la brutalidad policial en Estados Unidos y otros países.
Horas antes del partido el comisionado de la NBA, Adam Silver, aseguró que respetaría "una protesta pacífica" a pesar de que las reglas de la liga dictan desde hace años que los jugadores deben permanecer de pie durante la interpretación del himno.
Uno de los datos más llamativos de la reanudación de la campaña es que el primer doble fue anotado por Rudy Gobert, cuyo contagio de coronavirus forzó la abrupta suspensión de la temporada el pasado 11 de marzo.
Con pruebas diarias de coronavirus y una infinidad de restricciones, la NBA creó un entorno de seguridad en Disney World para resguardar a los jugadores de la pandemia.
Las canchas fueron también adaptadas para prevenir riesgos, con los responsables del control de los juegos y toma de estadísticas separados de los equipos por un gran cristal.
Los asientos de los bancos de suplentes fueron separados a una mayor distancia y, aunque no es obligatorio, algunas personas portan mascarilla durante el juego.
En el marco de la pandemia de coronavirus que obligó a trasladar toda la competencia a Orlando y prohibir el acceso del público al estadio, la NBA introdujo novedades digitales en busca de una nueva experiencia para los aficionados.
De esta forma, en cada partido se invita a más de 300 fanáticos a aparecer en vivo en los tableros de video de más de cinco metros de altura que rodean la cancha, a través de los que pueden interactuar digitalmente a lo largo del partido. La NBA está de regreso.
