Con Diego Armando Maradona ya instalado en Córdoba, una de sus primeras visitas fue la de Daniel "Rana" Valencia, su compadre, aquel con el que mejor se entendió en una cancha, según su propia definición.
El jujeño con el que jugó en la selección y en el Mundial 1982, y quien aconsejó su contratación a Talleres (estuvo cerca), se arrimó al hotel donde concentra el Lobo platense, y logró que le franquearan el ingreso.
Al encontrarse después de tres años, Valencia y Maradona se dieron un largo abrazo, Diego también saludó a María Inés, la hija del Rana y ahijada del Diez. Valencia se emocionó tanto que terminó llorando mientras a Maradona le brillaban los ojos. “Todo muy bien, compadre. Una alegría verte”, le dijo Diego al Rana. Valencia no paraba de llorar, demostrando su profunda emoción.
Los hijos del ex Talleres (cuatro en total) se fotografiaron con el ídolo, mientras otros hinchas que están alojados en el hotel esperaban por Diego.
