La primera lectura del 0 a 0 genera insatisfacción para los dos. Para Colón porque fue local y en el segundo tiempo tuvo una buena reacción. Para Tigre porque en la primera etapa tuvo llegaras y mejores sensaciones que el Sabalero. El balance deja un empate justo con un punto alto que se repite del final de la Superliga: Walter Montillo, del Matador.
El armador de juego, que hace más de un año pensó en dejar el fútbol, estuvo bastante lúcido en la elaboración y en la distribución. Fue la mejor señal de un equipo que pareció no sufrir un fuerte golpe anímico por el descenso, situación a a la que llegó pese a un muy buen sprint final que incluyó cinco victorias en siete partidos.
El empate también se explica en que fallaron en la definición, de ambos lados cuando la tuvieron. Del lado de Colón, es para valorar que haya cambiado la actitud y el juego en la parte final, ya que había muy bajo lo del arranque, que incluyó una pelea interna entre los jugadores para definir el rematador de los tiros libres.
Igual, Lavallén sabe que tiene que trabajar bastante para evolucionar a un equipo que tuvo una débil versión en la Superliga.
Así arrancó la Copa de la Superliga, nuevo torneo en el que, hay que recordar, el gol de visitante vale doble en caso de empate en puntos y goles. El que pase de esta serie se enfrentará al ganador de San Martín de Tucumán-Unión. La revancha: el domingo 21 de abril en Victoria.
Fuente: Olé
