BOCA JUNIORS
por Boca Juniors, se prepara para la que será la cita más importante del último lustro: la final de la Copa Libertadores ante Fluminense en el estadio Maracaná. Los dirigidos por Jorge Almirón prometen levantar la séptima estatuilla de la historia de una institución a la que el trofeo se le niega desde 2007 (perdió las finales de 2012 contra Corinthians y 2018 ante River, en Madrid). En sus filas, el Xeneize cuenta con tres futbolistas que quedaron en las puertas de la gloria en Río de Janeiro.
Sergio Romero, Marcos Rojo y Luis Advíncula, se privaron de celebrar en el mítico recinto carioca, que en esta oportunidad albergará a unos 80 mil fanáticos de Boca y Fluminense (20 mil de cada lado, más unos 40 mil que comprar plateas en sectores “neutrales”). Tanto Chiquito como el ex defensor de Estudiantes de La Plata, que tendrá que alentar a sus compañeros desde afuera porque fue expulsado en las semifinales contra Palmeiras, perdieron la final del Mundial 2014 con la selección argentina. En tanto, el peruano besó la lona en Río con su seleccionado nacional por la Copa América 2019.
Chiquito, que venía de ser figura en la tanda de penales por las semis ante Holanda, tuvo una correcta actuación aquel domingo 13 de julio en el Maracaná hasta el tanto de Mario Götze en el minuto 113, cuando ya todos se imaginaban si el arquero argentino o el alemán Manuel Neuer se destacarían en la definición desde los 12 pasos. El misionero de 36 años atraviesa uno de los mejores momentos de su carrera y es pilar en el once de Almirón. Hace algunas horas declaró sobre la final: “Confío y tengo una fe ciega de que las cosas se nos van a dar y la vamos a ganar. Cuando uno va con confianza y esa tranquilidad de que siente adentro que las cosas van a ir bien, ya estoy contento. O sea, ya voy contento al partido”.
El defensor, que irrumpió en aquel recordado equipo albiceleste de un Alejandro Sabella que lo había tenido en Estudiantes, disputó todos los minutos de los seis encuentros en los que fue titular durante la Copa del Mundo 2014. Su única ausencia fue en el duelo ante Bélgica por los cuartos de final, donde faltó por acumulación de tarjetas amarillas (José María Basanta lo sustituyó). “Me dolió mucho. Me pierdo la final que tanto deseaba jugar. Ahora, a apoyar a mis compañeros”, expresó Rojo luego de la clasificación de Boca ante Palmeiras y la confirmación de su suspensión por doble amarilla.
Así y todo, el platense de 33 años aseguró que Nicolás Valentini y/o Bruno Valdez lo reemplazarán de la mejor manera y no se sentirá menos importante pese a estar fuera del límite del campo. El recuerdo agradable para el capitán xeneize data de 2009, cuando besó la Libertadores con el Pincha. Pese a no haber disputado minutos en las finales ante Cruzeiro, Marcos dio la vuelta en el estadio Mineirao de Belo Horizonte.
Desde su llegada a Boca, Advíncula superó la marca de tres títulos a nivel personal que tenía con Sporting Cristal (todos nacionales). En La Ribera ya levantó la Copa Argentina 2019/2020, la Copa de la Liga 2022, la Liga Profesional 2022 y la Supercopa Argentina 2022. Sin embargo, el salto de calidad se lo daría la Libertadores, donde fue trascendental con un golazo ante Deportivo Pereira que resucitó al equipo azul y oro en su momento más crítico de la competición y el año.
El Rayo disputó absolutamente todos los minutos en los seis cotejos que afrontó el cuadro conducido por Ricardo Gareca en aquella Copa América, de discreta actuación en la fase de grupos (empate sin goles con Venezuela, triunfo ante Bolivia y goleada 5-0 en contra con Brasil), pero que despertó en cuartos con la tanda de penales ganada a Uruguay y en semis con un contundente 3-0 frente a Chile. En la final se le escapó la que hubiera sido la tercera estrella continental para Perú: con tantos de Everton, Gabriel Jesús y Richarlison (había igualado transitoriamente Paolo Guerrero, de penal), los brasileños se impusieron 3-1 en el Maracaná.
Fuente: TyC Sports
