Selección Argentina

Hace 42 años Argentina obtenía su primer título del mundo

El jujeño Daniel Valencia fue parte del plantel campeón.

mundial-78
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25-06-2020 13:47

Aunque le cueste despegarse de la dictadura militar que gobernaba en aquel momento, el 25 de junio de 1978, hace 42 años, la Selección Argentina de fútbol alcanzaba uno de los logros más importantes de la historia del deporte argentino al consagrarse campeona del mundo y ante su gente.

Luego de haber pasado a la definición del campeonato con el recordado (y todavía discutido) 6 a 0 a Perú en Rosario, el equipo de César Luis Menotti se enfrentaba a la "Naranja Mecánica", que a pesar de la ausencia de su estrella, Johan Cruyff, continuaba siendo el equipo más peligroso del mundo.

Así fue como un 25 de junio de 1978, Argentina y Holanda se vieron las caras en un colmado Estadio Monumental, en el que no faltaron las emociones ni los goles. El encargado de abrir la cuenta fue Mario Alberto Kempes, en la primera parte, pero a ocho del final y con una superioridad clara de los europeos, Nanninga estableció el 1 a 1, forzando el alargue.

Ante la tensión de la gente y una sensación de que no había un claro dominador, la albiceleste salió en búsqueda del tan ansiado grito de gol y el que apareció, una vez más, fue el "Matador", con una guapeza entre los defensores y el arquero rival, cuando quedaban segundos para el cierre de la etapa.

En los 15 minutos finales y con la emoción a flor de piel, Daniel Bertoni fue el encargado de cerrar el marcador y dar por sentenciado el resultado final, consagrando a Argentina por primera vez en su historia como campeón de la Copa del Mundo de la FIFA, iniciando el camino de una nueva de ver el fútbol, identificada como menottismo.

El pitazo final del árbitro italiano Sergio Gonella desató la fiesta del final. Casi 72.000 personas fueron testigos de la consagración. Quedarán en las retinas el abrazo del alma de Fillol y Tarantini con un espectador sin brazos mirándolos, la imagen de Daniel Passarella, el capitán, levantando la Copa, la primera, la que quedará por siempre en la historia.

La formación de Argentina esa tarde fue: Fillol; Olguín, Galván, Passarella, Tarantini; Ardiles, Gallego, Kempes; Bertoni, Luque y Ortiz. Luego ingresaron Larrosa y Houseman.

Daniel “Rana” Valencia fue parte del plantel campeón del 78, jugando toda la primera fase de la cita mundialista, siendo titular indiscutido, hasta que fue relegado del 11 titular por una lesión. Con la obtención de la Copa del Mundo, el Rana se convirtió en el único jujeño en lograr este título.

El desconocido paradero de las camisetas que usó Valencia

Con más de 40 partidos oficiales con la Selección y doce temporadas en Talleres de Córdoba, además de sus pasos por Gimnasia de Jujuy, Guaraní Antonio Franco, Liga de Quito, Jorge Wilstermann y San José de Oruro, Valencia tuvo una carrera de 20 años como jugador profesional. Sin embargo, su familia afirma que los recuerdos físicos que le quedaron de aquella época dorada apenas se cuenta con los dedos de una mano. “La única camiseta que tenemos es una que me regaló a mí el Conejo Tarantini y por eso la pude guardar. Pero mi papá siempre regaló todo, muchos de los que lo conocen pueden dar fe de que cualquiera que lo paraba y le decía '¿Daniel, me regalás una camiseta?', él se la daba”, comenta su hijo de 26 años.

“Yo sabía que él había cambiado una camiseta con Cruyff, la 14 del Barcelona de una gira que hicieron por allá con Talleres. Me lo contó uno de mis tíos. Fui y le pregunté a mi papá dónde la tenía y nunca supo, se perdió”, es otra de las tantas joyas que la Rana tuvo en su poder y desconoce su paradero.

Daniel Jr., su hijo, cuenta que sabe del destino de algunas prendas que pertenecieron a su padre pero le es imposible no sorprenderse por dónde terminaron: “Hace un tiempo me escribió una persona y me mostró que su camiseta de Argentina, que usaron en el Mundial contra Francia, estaba en el museo de Racing de Avellaneda. Mi papá no tiene ni idea de cómo llegó ahí”.

Y para remarcar aún más esta característica de su padre que lo hace desprenderse rápidamente de sus trofeos de guerra, Daniel concluye con una anécdota: “En 2003 invitaron a la Selección del 78 a la cancha de River y le hicieron un homenaje por los 25 años del campeonato mundial. Jugaron un partido y mi viejo la rompió con 47 años. En el vestuario el Cuchu Cambiasso le pidió de cambiar la camiseta y yo estaba chocho porque dije 'esta es para mi'. Salimos de la cancha y cuando llegamos al hotel le pregunté por la camiseta y me dijo que se la había regalado a un chico que se la pidió. No lo podía creer”.

Su ausencia en la ceremonia de premiación de Mundial '78 y el recibimiento fallido en Jujuy

“Del Mundial solo tiene la medalla de campeón. Si te fijás no hay ninguna foto de mi viejo con la Copa en la cancha ni en la premiación. Apenas terminó el partido contra Holanda se fue corriendo al vestuario y de ahí al hotel donde concentraban, que es donde tenía el auto. Él siempre fue muy pegado a mi abuela y me explicó que hacía más de seis meses que no la veía. Entonces aprovechó antes de que se hiciera un tumulto de gente en el hotel y se fue para Jujuy a verla, le quería dar una abrazo”, comienza el relato.

Fue así que Valencia, de 22 años y flamante campeón del mundo al imponerse por 3-1 ante Holanda, salió disparado al vestuario del Monumental cuando el árbitro italiano Sergio Gonella se llevó el silbato a la boca y anunció el final del encuentro. De esta manera, para el Rana no hubo ceremonía de premiación ni foto con el trofeo ni festejo con sus compañeros.

“Esta historia me la contó él, pero después el Profe Pizzarotti nos mostró la carta que le dejó en el hotel, decía: 'Profe, gracias por todo. ¡Somos campeones del mundo! Vine rápido al hotel antes que se llene de gente, ya me voy a casa a ver a mamá. Despídame de todos. Abrazo enorme'. Agarró el auto y arrancó el viaje”, es uno de los detalles que cuenta su hijo y hacen más fascinante esta historia.

Claro que los 1500 kilómetros que separan Buenos Aires de San Salvador de Jujuy es una distancia muy larga como para hacerla de un solo viaje, por lo que el jugador decidió frenar en Córdoba y seguir su trayecto al otro día. “En Córdoba, algunos gendarmes lo reconocieron en la ruta y se corrió la bola que al otro día llegaba a Jujuy. Tanto él, como Houseman y algunos más son héroes en el Norte del país; mi papá es el único jujeño campeón del mundo. Así que la ciudad le preparó una bienvenida”.

“Lo que pasó fue que para llegar a la casa de mi abuela hay dos caminos, la avenida principal asfaltada, que es la entrada de la ciudad y por donde agarra todo el mundo, y un caminito de tierra que nadie usa pero que mi papá me contaba que ahí iba a andar en bicicleta con mis tíos cuando era chico. A él solo se le ocurrió ir por ahí, así que llegó a la casa de mi abuela y lo recibió una señora que trabajaba ayudando ahí. '¿Daniel, qué hacés acá?', le preguntó. 'Bueno, pensé que me iban a recibir mejor', le respondió mi papá. 'Pero está toda la ciudad esperándote en la entrada', le explicó. 'Uh bueno, ahí voy pero ¿dónde está mi mamá?, que la quiero saludar'. 'Daniel, la señora Blanca también fue a recibirte allá', remató. Así que mi viejo llegó a la fiesta que le hicieron, pero por el otro lado”, concluye.

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