Aunque todavía falta y todos prefieren ser cautos, la realidad indica que River está muy cerca de quedarse con el título. Apenas quedan cinco partidos para que se termine el certamen de Liga Profesional y el equipo de Marcelo Gallardo le saca siete puntos de ventaja a Talleres, su inmediato perseguidor.
La feroz goleada de este domingo 5 a 0 ante Patronato fue una señal más de que a esta altura la vuelta olímpica parece ser cuestión de tiempo. Y párrafo principal para Julián Álvarez, que metió cuatro goles. Colosal por donde se lo mire.
Siete puntos de diferencia con 15 en juego. Una distancia que plantea un escenario claro: el Millonario incluso podría consagrarse campeón un par de fechas antes del final. Un síntoma claro de un equipo arrollador, que hace 15 (sí, 15) encuentros que no pierde en el torneo local. Ganó nueve de los últimos diez duelos. Impresionante.
River resolvió rápido un partido que controló de principio a fin. A los 12 minutos Agustín Palavecino abrió el marcador con un disparo de media distancia. Lo que vino luego fue un verdadero show de Álvarez, un delantero que tiene las horas contadas en el fútbol argentino. Su venta a Europa es solo una cuestión de tiempo.
Entre los minutos 29 y 40 del primer tiempo, Julián Álvarez marcó tres goles y le puso punto final al encuentro. Todavía quedaba un tiempo, pero ya nada tenía sentido. River había ganado mucho antes de llegar al entretiempo.
Si algo faltaba para completar una noche titánica, Álvarez (goleador del torneo y ovacionado por los hinchas) se encargaría de ampliar la diferencia y poner el cuarto gol en la noche del Monumental, el quinto de su equipo.
Si hay que encontrar el único punto bajo para River, fue la lesión de Felipe Peña cuando iban dos minutos de juego. Salió con un fuerte dolor en la rodilla y en las próximas horas le harán los estudios correspondientes para determinar la gravedad.
