En Venezuela, Mauro se desempeñaba como funcionario público en el estado de Portuguesa. Sin embargo, hace un año y medio dejó su país debido a la situación económica, social y política que golpea a la nación gobernada por Nicolás Maduro.
En diálogo con Canal 7, este sufrido venezolano contó su historia.
“Hace un año y medio decidí escapar de Venezuela con un amigo que es chef. Estuvimos en Ecuador, después trabajamos dos meses en Perú y luego llegamos hasta Bolivia. Allí me robaron el dinero que tenía y parte de mi equipaje. Como pude logré llegar hasta La Quiaca y allí pude convencer a los choferes de ómnibus para que me trajeran hasta San Salvador de Jujuy”, contó Mauro.
Una vez que llegó a la ciudad, durmió una semana entera en la nueva terminal de ómnibus hasta que consiguió trabajo. Ahora hace changas descargando camiones y así se gana el pan de cada día.
Mauro está muy agradecido con los jujeños que le dieron empleo ya que con ese dinero puede mantenerse y también le envía efectivo a su familia para que puedan sobrevivir en Venezuela.
“Allá tengo una hija de 24 años que está estudiando odontología y por eso debo enviarle dinero para que termine su carrera. Mi familia vive bien ya que con mi ayuda ellos pueden tener un mejor pasar económico”, expresó.
En Venezuela, según sostuvo Mauro, el salario promedio es de 3 dólares y en Jujuy con su trabajo consigue ganar entre 400 a 500 dólares mensuales que luego envía a sus familiares.
Además, el ciudadano venezolano indicó que esta experiencia le sirve de aprendizaje porque realiza trabajos que nunca había pensado hacer “los venezolanos estamos preparados para todo”, expresó.
Mauro Vizcaya es considerado desertor por el chavismo por lo que sus cuentas bancarias, título universitario, y otro tipo de documentación están bloqueadas. De esta forma, el gobierno de ese país le impide que pueda revalidar su título y ejercer así su profesión en Argentina.
El sueño de Mauro es volver en el mes de diciembre a Venezuela e intentar regresar a nuestro país con toda su familia ya que Jujuy lo trata muy bien.
“La gente de aquí es muy cariñosa, muy amable y respetuosa. La verdad que recorrí muchos países pero no hay nada como Argentina”, finalizó.
