La historia de Rodolfo Viera y su hijo Agustín comenzó tiempo atrás cuando decidieron viajar rumbo a Rusia para alentar a la Selección Argentina. Sin saber muy bien cuales iban a ser los resultados de la “albiceleste”, iniciaron este sueño que día tras días los sorprende un poco más.
Los jujeños formaron parte del banderazo que se hizo antes del partido clave contra Nigeria y después de la “locura” vivida en aquel encuentro en San Petersburgo, donde la Selección pasó a octavos, decidieron emprender viaje a Kazán, sin tener en cuenta todo lo que esto implicaría.
Según relató Rodolfo a Somos Jujuy, todavía se encuentran viajando y a pesar de que es un recorrido largo (de 21 horas aproximadamente) llegarán listos para el partido ante Francia, “nos encontramos viajando con mi hijo para ver el partido de mañana, estamos destruidos por el viaje, pero la pasión está intacta”.
Conseguir pasaje fue lo más difícil para todos los argentinos, muy pocos conocían en qué transporte se podía viajar, corrieron versiones de que existían taxis y minibuses, pero nadie tuvo en cuenta que dichos pasajes superaban los 11.000 rublos que convertido en pesos argentinos serían alrededor de $5.063.
Sin embargo, FIFA al notar que había una gran cantidad de argentinos que deseaban viajar hasta Kazán, pero no contaban con los pasajes o transporte necesario para lograrlo, consiguió que reprogramaran la salida de un tren hasta aquella ciudad para que los hinchas llegaran a tiempo para el partido de mañana.
“No estaba programado el tren pero éramos muchos los que veníamos desde San Petersburgo. Todos estamos cansados pero felices por ver de nuevo a la Selección”, agregó Rodolfo.
