Es difícil tener una campaña en tiempos de pandemia no solo por los contagios sino porque la gente no piensa en las elecciones y en los candidatos. Piensa en la pobreza que cada día duele más. Piensa en la inflación que cada día se lleva una parte de los ingresos. Piensa en su trabajo y si su empleador podrá conservar su empresa y con ello la fuente de su trabajo. Piensa que Argentina un País maravilloso cada día nos da una noticia que no ayuda a la conciliación y que solo seremos grandes como dice el preámbulo cuando luchemos por la unión nacional, la paz interior, proveer el bien común, asegurar la libertad etc.
Esto lo dijimos en la constitución de 1853 y qué pasó NADA. Ello es solo por culpa nuestra y principalmente de nuestros políticos, entre los que expresamente me incluyo. Por ello apelo a los dirigentes de hoy que dialoguen conversen y digan a la gente cómo salimos de la pobreza, inflación, falta de trabajo, de cómo convertimos los planes de ayuda en trabajo y cómo recuperamos nuestra dignidad.
Esa dignidad no se recupera con rencores y con castigos sino con diálogo y sabiendo que nadie es dueño de la verdad que todos tenemos un poco de razón.
Hoy la contienda electoral es para el partido de gobierno cuantos diputados logra y si con ello logra la tan ansiada mayoría para el quórum propio, ello a mi juicio no es bueno ya que cuando se domina los tres poderes no hay democracia.
La oposición si existe como tal busca su destino y dividida jamás lo encontrará y seguiremos defraudando al Pueblo y a nuestra constitución.
