¿Quién no soñó cuando niño con tener a su ídolo cerca para cantar o poder compartir una tarde de domingo en el patio de la casa inventando juegos? Laura Gelfi es una de las nietas de Carlitos Balá y se llena de orgullo cuando habla de él, cuenta cómo se llevan y recuerda su infancia.
"¿Qué gusto tiene la sal? Salado" o "un kilo y dos pancitos", son dos de las tantas frases que acuñó el humorista y que seguro quedaron tan grabadas en su nieta, que años más tarde decidió ser cocinera.
Cada día Laura sube recetas a su cuenta de Instagram (lauritacooks): "Quise empezar a mostrar lo que hacía a la gente y la mejor forma fue por medio de las redes sociales. Me encanta enseñar y que la gente aprenda. Cada vez que me mandan sus fotos de las recetas que hacen mías me pongo muy feliz, me gusta interactuar con ellos", dijo.
La joven de 22 años que estudió profesional gastronómico en el IAG comparte una receta por día y aunque a veces cuesta pensar qué plato subir, aseguró que "la clave es la creatividad": "Abro la heladera y cocino con lo que tengo. Esa es la idea también, poder mostrar que se puede hacer una receta rica, fácil y sin gastar tanto".
Budines y panes abundan en su cuenta de Instagram, es por eso que un pendiente para ella, es estudiar pastelería. Laura hizo algunas participaciones en tele y le atrae la idea de cocinar delante de una cámara y enseñar lo que tanto le gusta. Sus referentes en el medio son Narda Lepes y Dolli Irigoyen.
LOS PREFERIDOS DEL ABUELO
"Cosas lindas de la vida: cocinarle", escribió hace un tiempo en las redes, junto con una foto de Balá rodeado de platos. Es que además de hacer caterings para eventos, ella disfruta de preparar delicias para su familia: "Siempre que voy a la casa de mis abuelos le llevo comida a Carlitos, le encanta probar todas las cosas que hago".
Aunque a él le gusta probar todo lo que ella hace, tiene sus favoritos: panes, las carnes y los postres.
¿Cómo es tener a Carlitos Balá de abuelo? "¡Un orgullo! Y ver el reconocimiento de la gente me llena el alma. Él es muy feliz gracias al público", dijo y es consciente que es la nieta de un ícono, que dejó su granito de arena en generaciones de argentinos.
Afortunada de tener a su abuelo cerca, todos los domingos arman reuniones familiares: "Comemos comida árabe, disfrutamos de un buen vino. A la tarde comemos cosas hechas por mi. Lo veo muy seguido, vivo a la vuelta de su casa, voy casi todos los días".