Hace algunos días la pequeña localidad de El Toro, ubicada ubicada a 80 kilómetros de Susques, fue noticia debido a que los pobladores viven atemorizados por el acecho de pumas que atacan y matan al ganado. Incluso las autoridades policiales informaron que ya se produjo el ataque a una persona, quien logró defenderse con piedras y así pudo alejar al felino.
Desde el Ministerio de Producción y Medio Ambiente de la provincia se encuentran trabajando con la comunidad de El Toro para lograr acciones que permitan solucionar la problemática.
El ingeniero Álvaro Núñez, Director de Recursos Genéticos de la Secretaría de Biodiversidad, indicó que ya mantuvieron una reunión con los pobladores para realizar un relevamiento de la situación.
Asimismo, aclaró que los ataques de pumas son un problema integral de toda la Puna.
“Se pueden producir por falta de alimentos en forma silvestre; por el avance de la frontera agraria sobre el territorio del puma, entre otros factores que hace que el animal ataque al ganado como una forma de subsistencia”, explicó el ingeniero.
En cuanto a las opciones reales para evitar que los ataques continúen, el profesional indicó primero que es imposible capturar a los animales ya que el territorio por el que se mueven es inmenso. “Son animales a los que no se los puede poner dentro de una jaula. Eso significaría un problema para poder alimentarlos. Tampoco se los puede trasladar a otro terreno porque eso implicaría solo cambiar el lugar del problema”, expresó.
También, comentó que en Jujuy existen leyes que protegen al puma ante la caza furtiva y aunque no es una especie en peligro de extinción, la opción de cazarlos para que dejen de acechar el ganado está descartada.Además, el ingeniero Álvaro Núñez explicó el comportamiento del animal que por estos días mantiene en vilo a esa localidad puneña.
“El puma es un animal solitario. No actúa en manada salvo que la hembra se encuentre enseñando a cazar a sus cachorros. Una vez que éstos aprenden y crecen, la puma hembra los deja para que se desenvuelvan solos”, expresó el funcionario y además en este punto comentó que el puma tiene un territorio de caza de aproximadamente 100 kilómetros cuadrados.
Al tratarse de un problema de medio ambiente pero también de producción, el ingeniero sostuvo que una de las opciones para evitar los ataques es trabajar sobre mejoras en el manejo del ganado.
“Podemos trabajar para que los productores mejoren la seguridad de los corrales o también implementar métodos para disuadir los ataques de pumas con luces y sonidos que ahuyenten al animal”, finalizó.
