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Cómputo oficial: diferencia de 10 puntos entre Evo y Mesa

Si esa tendencia no cambia al 100% del cómputo, Evo Morales ganaría en primera vuelta

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24-10-2019 09:42

La diferencia de votación entre Evo Morales y Carlos Mesa es de 10,1 puntos porcentuales y como se establece en la legislación boliviana, esta cifra es suficiente para que no haya segunda vuelta.

En el cómputo oficial el líder del MAS alcanza un 46,8% de los votos; mientras que el opositor acumula 36,7%. Estas cifras se dan en medio de fuertes reclamos, manifestaciones y un paro indefinido que se cumple en varias regiones del país que denuncian 'fraude electoral'.

La Comisión Internacional de la Organización de Estados Americanos (OEA) recomendó que, en caso de tener una "diferencia ínfima", se lleve adelante una segunda vuelta entre los dos candidatos con mayor apoyo.

Dentro del pedido de respeto al voto, el Comité Cívico cruceño convocó a la ciudadanía a mantenerse firme en las medidas de presión y anunció que en las próximas horas, se presentarán pruebas de las irregularidades que se tuvieron en este proceso electoral.

En Oruro, Potosí, Beni, Tarija, La Paz y Cobija, también se han dado protestas de disconformes con los resultados y se han venido cumpliendo bloqueos de carreteras y calles.

Mientras tanto, el MAS ya anuncia celebraciones por la victoria preliminar que apunta a consolidarse en favor de Evo Morales. Los cocaleros del Chapare irán hasta la ciudad de Cochabamba para brindar su respaldo al actual mandatario.

Chuquisaca será clave en el cierre del cómputo oficial

Como el Tribunal Supremo Electoral (TSE) parece haberse propuesto no dejar ni rastro de credibilidad en esa institución luego de este proceso electoral, ayer se esfumó la jornada completa, y van cuatro, viendo cómo se contaban apenas 100.000 votos en el Tribunal Electoral Departamental de Potosí, que en una de esas decisiones no apta para susceptibles, decidió trasladar el conteo oficial a la ciudad de Llallagua, donde fue custodiada por los ayllus más afines al Gobierno según tituló el diario amigo elpotosi.net.

Parecía que iba a ser rápido, pero tampoco. Quedaban 100.343 votos por contar en ese departamento, sobre todo rurales, por lo que el MAS esperaba ahí remontar y sellar ya la diferencia de diez puntos en el cómputo “mundial” necesarios para eludir la segunda vuelta y así esperar con más calma el conteo de Chuquisaca, pero ni por esas. Luego de empezar al mediodía, apenas avanzó diez puntos y se detuvo de nuevo en el 86,91% del escrutinio durante toda la tarde y noche, dejando el cómputo “mundial” en un 46,69% del MAS frente a 36,84% de Comunidad Ciudadana todavía “insuficiente” a la media noche. Sin embargo, al cierre del cómputo, se llegó a una distancia de 10,13% a favor del oficialismo.

Los estadísticos de nuevo apuntaron que si en el resto que faltaba de Potosí - que era un 25% - y el resto de Chuquisaca - que era un 30% - mantenía los porcentajes anteriores la distancia no superaría los famosos diez puntos, pero de nuevo operó esa “lógica del voto rural” que algunos tratan de utilizar para confrontar sin testear las ganas.

Diferencia

En Chuquisaca quedan 100.000 votos por contabilizar, que resultan decisivos para cerrar la diferencia entre CC y MAS.

Por el momento no hay visos de que se cierre el cómputo “mundial”, ese que suma el voto en el extranjero y el nacional y que en el TREP le daba los diez puntos necesarios al MAS, porque en Chuquisaca hay un problema muy serio que en el eje no parecen apreciar: Hay vocales renunciados y hasta en la clandestinidad ante el asombro de las instituciones capitalinas, que esta vez parece sí serán claves en la decisión final.

En Chuquisaca también quedaban - y quedan - más o menos 100.000 votos, aunque tiene diferencias con Potosí. Básicamente porque ahí CC va ganando con un 51 a 34%, y aunque queda buena parte de área rural y sobre todo, de Chaco - ahí donde Incahuasi -, no dejan de ser igualmente rurales, pero de la capital.

La resolución va a estar ahí, aunque no hay ni visos según reportan los compañeros del Correo del Sur. El Tribunal destruido, el paro cívico creciendo y los ojos puestos en otro lado mientras el conteo se alarga hacia su fecha final.

El encuadre del MAS

La demora no parece ser casual, o al menos, cada bando tiene esbozada su estrategia para aprovechar esta “agonía” en puntos a favor. Aunque una difícilmente serviría de algo en una hipotética batalla en la segunda vuelta.

Tras dos días sin aparecer, el presidente Evo Morales compareció en la mañana del miércoles, muy temprano, para decir que está “casi segurísimo” de que han ganado en primera vuelta y convocar a sus bases a una “movilización por la democracia” pero “sin caer en provocaciones” tras denunciar un “golpe de Estado” por parte “de la derecha”. Un discurso ya utilizado en los primeros años de Gobierno durante la lucha por las autonomías que en realidad no acaba de corresponderse con el momento actual, según advierten analistas y comentaristas en programas y redes, porque el Gobierno de Morales se ha esforzado en hablar de futuro seguro y moderno para la clase media, y que más parece tener que ver con el hartazgo.

La apuesta de CC

No tardó en responder el líder de Comunidad Ciudadana (CC), Carlos Mesa, ya erigido en líder la protesta por parte de toda la oposición tras una larguísima campaña electoral de confrontación entre ellos y qué, paradójicamente, ha sido fundamental para que el país esté ahora en este momento: se pelea un 0,12%, que es menos que el 0,68% que logró, por ejemplo, el MNR de Virginio Lema y mucho menos de lo que logró el Bolivia Dice No de Óscar Ortiz y Óscar Montes.

Mesa, que el lunes y martes acompañó la protesta y canturreó el “no tenemos miedo, carajo”, difundió en sus redes sociales un video con una larga declaración en la que definía el concepto de dictadura para Bolivia - acusando a Morales de copar todos los poderes del Estado -; en la que respondía a las veladas amenazas de hacerlo responsable de los disturbios con otro “no tenemos miedo” y en el que convocaba a todas las “fuerzas vivas”, incluyendo partidos, etc., a concentrarse en la defensa de la democracia sin fisuras y sin cálculos de otro tipo.

El mensaje se viralizó rápido, y tampoco tardaron los memes y acusaciones de ser “el Guaidó boliviano” y otras mofas. Lo cierto es que consiguió templar los ánimos, reducir la violencia y aumentar la movilización. Aunque los resultados son todavía incipientes.

Para hoy se prevé una foto del Conade cerrando filas con el tema, agrupando a los principales líderes de la oposición, con Samuel Doria Medina, Luis Revilla, Adrián Oliva, Edgar Guzmán, e incluyendo a Óscar Ortiz y Rubén Costas, además de Rolando Villena, Waldo Albarracín, Marco Pumari y el presidente del Comité Cívico de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho.

En el debe, CC todavía no ha demostrado un parámetro de fraude, una lógica que indique como se ha operado, algo que Mesa indicó que presentaría en las próximas horas. Por el momento, la protesta se fundamenta en la “vergonzosa” actuación del Tribunal Supremo Electoral, escondiendo y apareciendo los resultados del TREP en los momentos justos, así como las propias declaraciones de Morales, pero no hay todavía pruebas físicas del fraude.

La pelea en el escenario internacional

También fue protagonista en la jornada el debate sobre qué hacer con el pedido/propuesta de auditoría de la Organización de Estados Americanos (OEA). El propio Gobierno fue el primero en pedir esa ayuda, siendo la única vía transitada para rebajar la tensión. La OEA respondió con una exigencia de que su resultado fuera vinculante que incomodó a unos y a otros.

Luis Almagro, en carrera por la reelección, aunque sea desconocido por Uruguay, su país de origen, se dejó su credibilidad bailando en Chimoré con el collar de flores que le impuso el oficialismo en mayo, cuando la oposición presionaba con más fuerza para lograr una declaración negativa a la postulación de Evo Morales, y resultó hacer todo lo contrario.

Desde entonces, cualquier aventura o boicot basado en la presión internacional fracasó. Peor aún cuando Morales cumplió la recomendación de Bolsonaro de no acudir al Foro de Sao Paolo.

El MAS reaccionó hablando de injerencia y de soberanía, rechazando entonces esa opción de la OEA, pero lo cierto es que nadie en la oposición quiere jugarse el proceso a esa carta “poco confiable”.

La OEA acabó deslizando que lo mejor es ir a segunda vuelta llegue o no llegue al 10% de diferencia, un adelanto de criterio que puede acabar por hacer fracasar la negociación.

Por si faltaba poco, el domingo se vota en Argentina con Mauricio Macri en el alambre, lo que probablemente se llevará el foco de la atención mediática.

Las renuncias

El otro cabo suelto objeto de análisis del día fue la renuncia de Antonio Costas, el vicepresidente del TSE con mejor prensa en La Paz y el más cercano a todo lo que tiene que ver con la tecnología. En otras palabras, el encargado de fallido TREP. La argumentación de que era “una cabeza” tratando de salvar el proceso se fue instalando a lo largo de la jornada.

La última renuncia difundida desde Correo del Sur es referida al Jefe de la Sección de Tecnología del Tribunal Electoral Departamental de Chuquisaca, por no compartir “la forma de pensar y menos de actuar sobre la forma en que se quiere cerrar el cómputo departamental”. Sin duda una decisión polémica que además pasa por ser clave, pues el cómputo “mundial” depende de ello.

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