Y la tan esperada medalla albiceleste llegó en el tercer día de competencia en los Juegos Olímpicos de la Juventud. Tomás Herrera y Felipe Modarelli consiguieron el bronce, al finalizar terceros en la final del dos sin timonel.
En la final del dos sin timonel, con el empuje del público en Puerto Madero y la adrenalina fluyendo por sus cuerpos, Tomás y Felipe arrancaron con fuerza. Sin embargo, quizás por haberse exigido a fondo desde el comienzo, con el correr de los metros sus rivales se fueron acercando.
Y pese a que los chicos argentinos resignaron la posición de privilegio, a nadie se le ocurrió mirar el bronce con mala cara. Por el contrario, se trató de todo un éxito, el primero para la delegación argentina -la más numerosa del evento- en estos Juegos.
El oro quedó para los representantes de Italia, Alberto Zamariola y Nicolás Castelnovo, mientras que la plata fue para los rumanos Florin Nicolae Arteni-Fintinariu y Alexandru Laurentiu Danciu.
La segunda medalla, y en la que los argentinos más expectativas teníamos, se dio a las 18 horas cuando Delfina Pignatiello, la jóven de 17 años, se subió al podio en los 800 metros libres, y al recibir la medalla la nadadora argentina, quebró en llanto.
Al momento de la entrega, Delfi estaba triste, dolida. Todos pensaban que era la bronca de no haber podido conseguir el primer lugar en una competencia en la que es campeona mundial, pero tras recibir su presea reveló la verdad. Su abuela, falleció tan solo hace una semana, y ella la recordó con ella escrita en su mano.
