El anchi es un plato muy popular en la región del Noroeste argentino y, en medio una intensa ola de calor extremo, puede ser una opción de postre económica y deliciosa para toda la familia.
Te compartimos una receta sencilla, rica y nutritiva, cuya preparación tiene diferentes versiones dependiendo de los gustos de cada uno y de la época del año, dando como resultado variedad de texturas, sabores y temperaturas posibles.
Ingredientes:
1/2 kg. de maíz (sémola) amarilla o morada
1/4 kg. de azúcar
Cáscara de limón
Clavo de olor o canela en rama
Pelón deshidratado
Preparación
En una olla con agua (aproximadamente tres litros) ir agregando la sémola de maíz (polenta); lo ideal es arrojarla en forma de lluvia.
El agua debe estar hirviendo y hay que mezclar de manera constante. El tiempo de mezclado va a depender de la cantidad de polenta que agreguemos.
A la mezcla le sumamos el azúcar y la rama de canela o clavo de olor.
Con la polenta cocida, podemos agregar la cáscara de limón. Va a depender del criterio de cada uno. La cáscara de los cítricos puede usarse de forma rallada.
Si agrega los pelones deshidratados, dejarlos en remojo toda una noche y hacerlos hervir antes de incorporarlos a la preparación. Hervir una media hora más. Retirar del fuego, la consistencia debe ser semi-líquida. Dejar enfriar y agregar hielo.
Listo, eso es todo para cocinar tu propio anchi. Detalles a tener en cuenta: el agua definirá si el postre es muy líquido o espeso, eso lo manejarás vos con el agua. Podés agregar otras frutas al postre, pero lo ideal es hacerlo siempre y cuando estén bien lavadas y deshidratadas. El clima en Jujuy define el método de presentación. En invierno se sirve de manera caliente y semi líquido; en verano se sirve más fresco, presentado como una crema y puede acompañarse con miel de caña.