Mario Bonillo y Liliana Bergesio asumieron recientemente como rector y vicerrectora de la Universidad Nacional de Jujuy (Unju) y se convirtieron en los primeros egresados de la alta casa de estudios en ocupar esos cargos.
“En las cuatro facultades, quienes ejercen los cargos máximos también son todas y todos egresados de la Unju. Esto marca una madurez de la universidad acerca de los profesionales que viene formando y también del compromiso que tenemos quienes formamos parte de la Unju”, expuso.
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La vicerrectora -que cumplirá 30 años como docente universitaria- dijo que la universidad jujeña “creció mucho en los últimos 8 años bajo el liderazgo de Rodolfo Tecchi, con una expansión provincial muy grande y ahora nos toca consolidar ese proceso“.
Tras haber cumplido una serie de objetivos laborales y profesionales, Bergesio consideró que era el momento justo de involucrarse activamente en la gestión universitaria y con su gran experiencia apuesta a saldar “una serie de deudas que tiene la Unju”.
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“Una tiene que ver con la cuestión de género. En las universidades argentinas son muy pocas las rectoras, solo un 10% de mujeres están al frente de universidades nacionales en nuestro país y en América Latina solo el 18%”, manifestó.
Pero Bergesio no se refirió solo al ámbito universitario, sino al campo laboral en general.
“Las mujeres podemos ascender en la escala laboral hasta cierto punto, a partir de ahí aparece ese 'techo de cristal' que impide que sigamos ascendiendo. Por ejemplo, Jujuy nunca tuvo gobernadora y San Salvador de Jujuy nunca tuvo intendenta. Esas cosas no tienen que ver con nuestra capacidades sino con las posibilidades que tenemos las mujeres para acceder a cargos de responsabilidad”, expresó.
Por otro lado, la investigadora consideró que otra de las “deudas pendientes” de la Unju es la “cuestión intercultural”.
“La universidad tiene una deuda en una provincia como Jujuy de la plena integración de todas las personas, independientemente del color de nuestra piel, nuestras cosmovisiones, creencias religiosas y posibilidades físicas”, apuntó.
“Hay una lucha que tenemos que trabajar para que todos y todas tengamos los mismos derechos e igualdad de condiciones”, agregó.
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En otro orden, contó que si bien por decisiones políticas que exceden a los organismos nacionales trabajan con un presupuesto del 2021, no tienen deudas.
“Sí tenemos por ahí una deuda con ajustar el salario de nuestros docentes a la inflación y en esas tareas estamos trabajando para mejorar las condiciones de nuestros trabajadores, que es también parte de la solución de una buena universidad”, cerró.
