La dirigente social, Milagro Sala, fue dada de alta tras haber sido internada por una trombosis venosa profunda. Incluso, durante su estadía en la clínica, recibió la visita del presidente Alberto Fernández, a quien le agradeció por "el aliento" que le brindó.
En diálogo con AM 750, la referente de la Tupac Amaru comentó que "cada vez que mi familia tiene problemas y Alberto se entera me llama, y me cayó bastante bien que me vaya a visitar y que me aliente". Además, agregó que "me contó que él también había tenido trombosis en los pulmones y que el tratamiento es muy largo".
En ese sentido, Sala manifestó que la visita del mandatario nacional le dio "mucho aliento, tanto a mí como a mi familia y a mi hija, ha contenido mucho a mi familia y fue muy bonita la visita". A su vez, expresó que siente "bronca e indignación de cumplir siete años detenida" porque "me robaron siete años de mis hijos, de mi familia, de la militancia, y eso no me lo devuelve nadie".
El lunes 27 de junio, Sala había ingresado a un sanatorio privado de la capital jujeña con un cuadro de "trombosis venosa profunda" luego de que se le practicaran estudios de rutina debido a un dolor que le aquejaba en su rodilla izquierda.
Dos días después recibió la visita en la clínica del presidente Alberto Fernández, hecho que generó polémica en el ámbito de la política nacional y provincial.
Milagro Sala cumple prisión domiciliara por orden de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que en el año 2017 había justificado su decisión para "proteger la integridad física y psíquica de la dirigente de la Tupac Amaru", que en ese momento se encontraba en la prisión de Alto Comedero.
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