POLÉMICA
por El Último Primer Día (UPD) es una práctica que cada vez se hace más popular entre los estudiantes de quinto año del secundario a la vez que genera polémica por los excesos en el consumo de alcohol y provoca que muchas instituciones educativas tomen medidas para evitar inconvenientes.
El UPD empezó a realizarse desde hace algunos años en Jujuy y en días como el de hoy, donde inicia el ciclo lectivo, se observan algunas postales que llaman a la reflexión tanto a las autoridades escolares como a los tutores de los menores de edad.
En el caso del Colegio Nº2 “Armada Argentina”, ubicado en el barrio Bajo Gorriti de la capital jujeña, se notó la ausencia casi total de los alumnos de quinto año en el acto de inicio de clases.
“Por su fiestita no veo a ningún alumno de quinto año, eso hay que rever. Está bien, los chicos tienen que festejar pero todo a su debido tiempo. Los padres tienen que tener mucho cuidado con sus hijos, el mundo actual está peligroso y hay que enseñarles”, expresó Patricia Altamirano, directora de la institución.
Por otro lado, Altamirano destacó la presencia de los tutores de los alumnos de primer año que sí se acercaron para acompañar a sus hijos en el primer día de clases.
Además, la directora del Colegio Nº2 resaltó que por un año más, esa institución tuvo sobredemanda para el ingreso. “Muchos padres vinieron a solicitar que se los inscriba a sus hijos. Por suerte hay otras escuelas que construyó el Gobierno de Jujuy y hay una amplia oferta académica para que los alumnos de primer año tengan su banco asegurado. Hoy en día no podemos decir que no tenemos escuelas”.
Qué es el UPD, el festejo de estudiantes qué genera polémica
Hace algunos años tomó relevancia un festejo de estudiantes del nivel secundario. Todo consiste en organizar festejos para el cierre del ciclo en la escuela secundaria y celebran el Último Primer Día (UPD).
El evento consiste en una gran reunión en la casa de alguno de los estudiantes o en algún lugar que alquilan temporalmente con el objetivo de pasar toda la noche despiertos y así arrancar el día trasnochados en el aula. El festejo genera polémica y en muchos casos hay determinaciones de parte de las autoridades para evitar los desmanes que produce.
Estas celebraciones suelen implicar la contratación de salones de eventos, quintas o boliches, y llegan a generar verdaderos disturbios en las inmediaciones de plazas y colegios.
Aunque la idea de que los alumnos reciban con alegría su último primer día de clases no parecería tener nada malo, con los años, el espíritu detrás de este tipo de festejos ha pasado a ser el de una celebración descontrolada en algunas provincias en la que pocos se preocupan por respetar las reglas.
Como parte del UPD, muchos jóvenes se reúnen en sus casas o incluso reservan boliches, quintas y salones en la noche previa al comienzo de clases. A la mañana siguiente, ya sea a pie o en medios de transporte que también son contratados, la fiesta continúa en los alrededores de las escuelas, donde los alumnos no sólo llegan sin dormir, sino, en muchos casos, en completo estado de ebriedad.
Durante los desfiles del último primer día, los estudiantes se esmeran por llamar la atención, por lo que suelen usar disfraces, banderas, bombos, silbatos, humo de colores, petardos y hasta fuegos artificiales. De esta forma, las caravanas y festejos llegan a ocasionar cortes parciales de calles y, por supuesto, generan ruidos molestos para los vecinos de la zona.
En vista de la evolución de la celebración del último primer día, varios municipios y provincias han decidido establecer multas a los propietarios y comerciantes que decidan prestar o poner en alquiler distintas locaciones para la organización de este tipo de evento.
