Alto Comedero: entregarán kits de semillas para producir huertas orgánicas familiares
Los vecinos de Alto Comedero podrán retirar gratuitamente un kit de semillas de estación para armar sus propias huertas, y en un futuro puede ser proveedores de las verduras para realizar comidas.
La convocatoria es de 7.30 a 12.30 en el vivero del barrio ubicado en avenida Forestal 1999 Sector B3 (al lado del cajero).
El kit de semillas de hortalizas incluye: zanahoria, cebolla, repollo, habas, arvejas, perejil, acelga, entre otras que suman unas 14 verduras, comunicaron.
La Base Esperanza produce las primeras verduras de hoja
Con la germinación de los primeros plantines de lechuga, perejil, rúcula, albahaca y acelga se puso en funcionamiento el segundo Módulo Antártico de Producción Hidropónica. Se trata de plantas de fácil manejo y rápido crecimiento para alimentar con verduras de calidad a quienes trabajan en la Base Conjunta Esperanza.
Ahora, gracias a la instalación del Módulo Antártico de Producción Hidropónica (MAPHI 2) producirán lechuga, perejil, rúcula, albahaca y acelga.
"Este es el segundo módulo que se concretó e instaló con rapidez gracias a los aportes del Comando Conjunto Antártico y a la experiencia exitosa del primer módulo instalado en la Base Marambio", expresó Jorge Birgi -responsable del proyecto y especialista de la Estación Experimental Agropecuaria Santa Cruz del INTA-, quien agregó: "Estamos muy contentos con el resultado, es un gran logro poder tener ahora un módulo en una base tan importante como Esperanza, que mejorará la calidad de vida de las familias y los científicos que están allí todo el año".
La base se encuentra en el extremo Noreste de la Península Antártica o Tierra de San Martín, rodeada de glaciares, cerros y el Estrecho Antártico. Es la más septentrional de las instalaciones que nuestro país mantiene en el Territorio Antártico Argentino. Más allá de las temperaturas extremas que se registran tanto en verano como en otoño, también es una de las zonas más ventosas del planeta, con vientos que alcanzan velocidades de hasta 350 km por hora.
Estas características hacen que el lugar no sea de fácil acceso durante gran parte del año, lo que, entre otras cosas, dificulta el transporte de alimentos frescos.