CAPITAL
por En plena época de vacaciones de verano, los espacios verdes de los barrios Mariano Moreno y Cuyaya de San Salvador de Jujuy se encuentran descuidados, con la maleza crecida y falta de luminaria pública.
Esa es la situación de la plazoleta Castañeda, que incluso cuenta con un sector de juegos para niños, pero la altura de los yuyos, alcanzada a partir de las lluvias de la temporada implica la presencia de insectos y alimañas.
De la misma manera, en el cruce de Yécora y República Dominicana, el abandono del sector se observa en el crecimiento de la maleza, que impide que los vecinos hagan uso del sector para realizar actividad física o disfrutar un momento de esparcimiento.
A la falta de desmalezamiento se suma como reclamo de los pobladores de la zona la falta de luminaria, que se traduce en un aumento de la inseguridad, ya que los delincuentes aprovechan la oscuridad para la comisión de hechos ilícitos.
UNA SITUACIÓN QUE SE REPITE EN EL BARRIO GORRITI
El barrio Alto Gorriti se encuentra en una difícil situación a raíz del abandono que tienen en cuanto a los parques, las plazas y la inseguridad del lugar.
Fernando, un vecino del barrio habló con Canal 7 de Jujuy sobre su día a día, se mostró triste por la situación que sufren. “Es una lástima que un barrio populoso, cerca del centro, esté olvidado”, exclamó e indicó que a cinco cuadras de su vivienda se encuentra el municipio.
“Tenemos una plaza postergada llena de yuyos, es una selva. Falta luz y limpieza por lo que es muy inseguro y además los vecinos aprovechan para tirar la basura dentro de los pastizales”, aseveró Fernando en cuanto a las falencias que tienen.
Remarcó que no pueden caminar por la vereda, “tenemos que hacerlo por la acera y eso también representa el peligro para el transeúnte, para el ciudadano”.
El pedido que brinda junto con todos los vecinos es un municipio presente: “queremos que el señor Intendente tome cartas del asunto. Que se fije en las escaleras de acceso al barrio Alto Gorriti, que están todas rotas y sucias. La calle Santa Catalina parece el río Grande cuando crece con todas las piedras intransitables, la gente no puede salir”.
En cuanto a la seguridad, Fernando explicó: “la policía no viene y la verdad que es una zona liberada. Cuando alguien sale de noche o temprano a trabajar, representa un peligro, y muchas veces los vecinos tienen miedo de hablar y esto nunca se va a solucionar”.
