Un año más la Ciudad Cultural será el escenario del simulacro de la bajada de los diablos de la comparsa “Los Alegres de Uquía”. El evento se realizará a las 16, y se espera una importante cantidad de jujeños que ya cuentan los días para la llegada del carnaval.
El Ministro de Cultura y Turismo de la provincia, Federico Posada, señaló que la fiesta que se vivirá mañana sábado es un anticipo del majestuoso espectáculo que se desarrolla en Uquía, donde diablos grandes y chicos descienden de los cerros con todos sus colores y alegría para ponerle ritmo a la celebración.
“Más de 200 diablos van a estar bajando a Ciudad Cultural. La idea es que los vecinos de San Salvador o los turistas que no tienen la posibilidad de ir la Quebrada el sábado de carnaval para vivir la tradicional bajada, puedan hacerlo en la capital, y los que quieran disfrutarlo dos veces también lo pueden hacer”, puntualizó el funcionario.
Asimismo, Posadas señaló que es importante ir desarrollando actividades en distintos puntos de la provincia que vayan adelantando lo que será el carnaval, el cual es el más auténtico y Andino de la Argentina.
“Hay muchas personas del país y del mundo que vienen año a año a conocerlo, la demanda hotelera para esa fecha es increíble. Ya comienza a sentirse el perfume del carnaval en Jujuy”, dijo.
Preparación de los diablos: "No cualquiera puede ponerse el traje"
Previo al simulacro en Ciudad Cultural, y a la llegada del carnaval grande, los diablos comienzan a preparar sus trajes para vivir la fiesta carnestolenda. Romina Martínez, integrante de la comparsa “Los Alegres de Uquía”, indicó que con varios meses de anticipación arreglan los trajes que fueron utilizados el año anterior, ya que los confecciona uno mismo, o con ayuda de familiares.
“La mayoría de diablos que se ven, son los hijos, primos, sobrinos, o algún familiar de los diablos mayores. No cualquiera puede ponerse el traje, tenemos una tradición de muchos años, se realiza un bautismo, se prometen”, explicó Romina.
Además, detalló que detrás del Cerro Blanco en Uquía, cada familia hace su corpachada, y realizan una Pachamama general, donde se pide permiso a la Madre Tierra, y se promete salir a divertir a la gente, sanamente.
“No diferenciamos edad, ni raza, hacemos bailar a todos. Pero es importante que no nos reconozcan, por eso cambiamos la voz, hacemos una mezcla de gallina clueca con cotorrita, como de dibujito animado”, puntualizó, y agregó que los trajes de los Diablos de Uquía se destacan en belleza, brillo, y colores.
