El paro de la UTA que comenzó este miércoles por la noche, dejó sin movilidad a cientos de trabajadores esenciales de la capital que, molestos, tuvieron que buscar hoy alternativas para trasladarse a sus lugares de trabajo.
Algunos optaron por compartir un remis con otras personas, ya que por ejemplo un viaje desde Alto Comedero hacia el centro de la ciudad puede llegar a costar hasta 300 pesos.
“Me afecta en todo. Tengo que pagar a los remises lo que ellos quieren”, manifestó enojado un mecánico que debía llegar a su lugar de trabajo. Se encarga de reparar ambulancias.
Una mujer que buscaba con quién compartir el remis también señaló que a ella y su familia los afecta “un montón”, no contar con el colectivo. “Toda mi familia trabaja y hoy todos tenemos que ir a diferentes lugares y gastar un montón en taxi”.
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La UTA lleva adelante medidas de fuerza en todo el país, que según anunciaron, se mantendrán hasta tanto reciban una propuesta de pago por parte de las empresas que adeudan salarios de mayo y aún no pagaron el aguinaldo.
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Por su parte, los empresarios argumentan que desde que empezó la cuarentena tienen dificultades para afrontar el pago de salarios y proveedores por la baja en la circulación de personas. Señalaron que hoy sus principales ingresos vienen de los subsidios.
