Trabajadores de la empresa azucarera Ledesma nucleados en el SOEAIL, denunciaron que la firma desoye los pedidos para intensificar las medidas sanitarias, por lo que anunciaron un paro de siete días, pero el Gobierno rápidamente dictó la conciliación obligatoria. En este marco, sería importante analizar si el ingenio debe cerrar sus puertas para garantizar la seguridad de sus trabajadores, especialmente a los mayores de 60 años que siguen trabajando.
Un total de 15 empleados de la empresa hoy tienen un diagnóstico positivo de coronavirus, por lo que desde el gremio exigen medidas para evitar más contagios, pero aseguran que la firma sigue firme en su postura de no disminuir la circulación dentro de la fábrica.
El gremio denunció que la empresa no accedió a dar licencia a los empleados mayores de 60 años, que se encuentran dentro del grupo de riesgo. Al respecto, el secretario general del gremio, Rafael Vargas, consideró que "un gesto habría sido resguardar a los mayores de 60 años. Pero si la empresa sólo se obstina en el resguardo de la producción, estamos interponiendo dos cosas distintas. Necesitamos velar por la salud de nuestra gente, y para ellos, aparentemente lo único importante es su economía".
Vargas, denunció además que la firma no quiere formar comités mixtos para controlar que se cumplan los protocolos ni quiere afrontar los costos de los tests PCR para los trabajadores. Pidió además que se aparte al médico de la empresa, ya que desde el gremio aseguran que sólo defiende los intereses de la empresa y no de los trabajadores.
Ante esta situación, el gremio había anunciado medidas de fuerza por siete días, que debían comenzar a implementarse desde hoy. Sin embargo, desde la Dirección de Trabajo de la provincia, se dispuso la conciliación obligatoria y convocó a una audiencia para el día martes de la próxima semana.
"La intención del sindicato no es parar la producción. Es empezar a obedecer recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud como el distanciamiento, bajar la circulación y tomar las medidas necesarias para que no se propague la enfermedad, pero la empresa no lo entiende así", finalizó Vargas.
