Luego de días de peregrinar, los fieles se encuentran acompañando a la "Mamita del cerro hasta Tumbaya". En las misas de ayer, los devotos se encontraron con un homenaje a la bandas de sikuris, al esclavo fallecido este año don Román Méndez y frente a una multitud, los sacerdotes llamaron a mantener la fe que los hizo caminar para enfrentar los retos cotidianos.
Como ya se acostumbra cada año, la mayoría de los fieles decidieron visitar Punta Corral este sábado para acompañar hoy a la imagen de regreso hasta Tumbaya.
Al llegar el frío y la nieve de la semana pasada parecían haber quedado atrás: el sol y el buen clima acompañaron la jornada y la cantidad de carpas de jóvenes y sikuris se duplicó con respecto al año pasado.
La tradicional capilla blanca acogió a la Virgen hasta que el sábado por la mañana fue trasladada hasta la Estancia Vieja, lugar donde la "Mamita del Cerro" se apareció a sus primeros esclavos.
A pleno sol, alrededor de las 17, la Virgen volvió a la capilla rodeada por las bandas de sikuris, que en el día de ayer homenajearon a don Román Méndez.
En el ingreso a la iglesia se descubrió una banner en agradecimiento al esclavo de la Virgen y lo rodearon con gorras perteneciente a cada una banda que tiene el honor de acompañar a la imagen cada año.
Sumamente emocionados por el homenaje, las bandas también leyeron unas palabras a don Román agradeciéndole por tantos años de servicio y recordaron que fue la misma Virgen durante su aparición, la que solicitó recibirla siempre con el sonido característico de los sikuris.
MENSAJE DE FE DE LOS SACERDOTES
Los sacerdotes presentes participaron de los homenajes, y durante las misas llamaron a los fieles a rezar por la patria, a dejar de lado la "indiferencia" en época de crisis y a mantener la fe que los movilizó durante cada día de su vida mediante actos en favor del prójimo.
En tanto, el obispo de la diócesis, Cesar Fernández, dedicó la última misa en el pueblo a los jóvenes. Su mensaje fue rescatar de ellos la esperanza para forjar el futuro, y rezar para que los adolescentes no bajen os brazos a pesar de tantas tentaciones.
"Tenemos que pedir mucho la fortaleza en estos tiempos dificultes que nos toca vivir, esa fuerza de la fe tiene que hacer que uno nunca baje los brazos", indicó monseñor.
