PRODUCCIÓN
por Los ecosistemas se autoregulan, según indican las reglas de la naturaleza. Por eso, los cambios en el medio ambiente impactan de manera directa en las especies que residen en él. Esa es una de las posibles explicaciones de lo que ocurre en la Puna de Jujuy, donde se agravó la problemática del ataque de pumas y zorros al ganado.
"Estuvimos recepcionando muchísimas demandas en cuanto a cómo afrontar el problema de ataques que están teniendo por pumas y zorros", indicó al respecto el titular de la agencia del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) en Abra Pampa, Dante Ríos.
"En el último relevamiento que hicimos en Cochinoca y Rinconada contabilizamos un total de 67 familias que manifestaron ser afectadas por la predación y más de 350 animales -entre ovejas, cabras y llamas- que fueron muertas por ataques de pumas y zorros", precisó en diálogo con Canal 7 de Jujuy.
Ríos explicó que “es preocupante la situación, genera mucha desilusión en aquellos que están teniendo pariciones, además está afectando en un contexto de sequía, matando a las crías que tienen que ser vendidas para generar recursos económicos”.
Con relación a las posibles explicaciones de la situación, el referente del Inta en la zona de la Puna indicó que "la falta de agua en los cerros está haciendo que los animales bajen a consumir agua a los poblados, incluso cerca de las casas. A ello se suma que la falta de forraje hizo que muchas especies que son consumo del puma y el zorro hayan bajado a las zonas más urbanas".
LA SITUACIÓN DE LOS PRODUCTORES DE LA PUNA
“Estamos sufriendo bastante por la acción del puma, y no es de este momento, sino de años anteriores. En algunas fincas se pierden más de 10 animales por año”, expresó por su parte Walter Vilte, productor de la zona de Potrero de la Puna.
“En los últimos tiempos se vio más acentuado, una mayor predación”, planteó destacando que encontraron huellas que dan cuenta de hasta 6 pumas en un lugar, moviéndose de forma conjunta.
Asimismo, advirtieron que existe un cambio en el comportamiento de los felinos. “Se vio que no es sólo en la noche el ataque, sino también en el día. Ya no tienen el cuidado de antes, que solo atacaban animales del campo, hoy en día ingresan al corral”, aseguró.
Ante el panorama, los productores de la zona tuvieron que elevar la altura de los corrales y generar tendidos de luz, buscando ahuyentar a los predadores.
