El ginecólogo Leandro Rodríguez Lastra fue condenado a dos años y cuatro meses de inhabilitación especial para ejercer cargos públicos y un año y dos meses de prisión en suspenso. La decisión fue tomada por la justicia de Río Negro, que ya lo había hallado responsable de detener un aborto legal en curso.
Ni el médico ni su defensor, Damián Torres, estuvieron presentes en la audiencia. Sí estuvo la diputada provincial y médica Marta Milesi, quien acompañó a la joven R.P. en la radicación de la denuncia y el trámite judicial.
El juez Álvaro Meynet, quien ya había hallado responsable de "incumplimiento de los deberes de funcionario público" al médico, estableció también que Rodríguez Lastra no podrá “tomar contacto por ningún medio ni bajo cualquier pretexto con (la joven) R.P. (por cuyo caso fue juzgado)”. En caso contrario, la pena de prisión dejará de estar en suspenso. Tanto durante el debate oral como en el juicio de cesura, que delimita condenas, el médico había expresado reiteradamente su intención de hablar con la joven R.P. personalmente.
Por otra parte, durante el tiempo que dure la condena Rodríguez Lastra deberá “abstenerse de consumir estupefacientes y abusar de bebidas alcohólicas”, “mantener su modo de vida dentro de los parámetros de la normalidad” y “presentarse a informar mensualmente ante el organismo de control” sobre su paradero y situación.
La defensa del médico adelantó que apelará la decisión. La fiscalía anticipó que estudia presentar una impugnación porque la condena no consideró la violencia obstétrica a la hora de establecer una pena.
“La del juez fue una decisión justa, más allá de que a algunas cosas que solicité no hizo lugar”, dijo a Página 12 el fiscal Santiago Márquez Gauna, a cargo del caso junto con Annabela Camporesi. Con su resolución, el juez Meynet “deja abierta la puerta a que Rodríguez Lastra pueda ejercer de forma privada, y me parece que hay riesgo en caso de que trabaje en una guardia de un centro de salud privado, por ejemplo”. “Si él trabaja en su consultorio particular, una paciente puede elegir ir o no a atenderse con él. Pero si está en una guardia, y una mujer llega ahí, no puede elegir”, añadió.
Fuente: Página 12.