Eduardo Duhalde, Daniel Scioli, Sergio Massa y Miguel Pichetto acompañaron a la familia en la última despedida al ex mandatario, quien murió este domingo a los 90 años.
Cientos de personas pasaron para despedir a Carlos Menem. El grupo nutrido que se instaló desde bien temprano atemperó la lluvia, el calor y la amenaza de los mosquitos, como si se tratara de una contienda o la previa de un partido de fútbol. El tono subió para tapar las voces detractoras que incluso en la ceremonia del adiós y aunque con episodios aislados, no faltaron y rememoraron los claroscuros que dejaron esos diez años de su gestión.
Cristina Kirchner cumplió con el protocolo y, en su rol de presidenta del Senado, recibió el féretro y acompañó a la familia que había esperado la llegada del cortejo en el despacho que, como senador, tenía Menem.
Así, a las 20, puntual, la vicepresidenta, escoltó a Zulemita y sus hijos Malek Pocoví y Luca Bertoldi; a Zulema Yoma, Eduardo Menem y el histórico secretario Ramón Hernández, hacia el Salón Azul, para que tuvieran un rato a solas para despedirse en la capilla ardiente.
“Todos afuera”, fue la orden de Cristina para que las cámaras desalojaran el lugar. Hasta que eso ocurrió, se vio un fraternal saludo y un breve intercambio de palabras que desde ambas partes prefirieron no revelar.
Por pedido de la familia Menem, no se permitió el ingreso a la prensa y sólo la transmisión oficial pudo registrar el evento.
Mientras la familia despedía a Menem, Cristina enfiló rumbo a su despacho y, menos de diez minutos después, abandonó el Senado. Así, no llegó a cruzarse con Alberto Fernández, quien arribó pasadas las 21, cuando las puertas de la sala ya habían abiertas y se transmitía en vivo por la señal del Senado.
El Presidente, que ya lo había despedido “con profundo pesar” en sus redes sociales, arribó junto a Fabiola Yáñez y los secretarios Julio Vitobello (Presidencia) y Juan Pablo Biondi (Comunicación y Prensa).
Luego, cuando ya el público podía hacer su ingreso y de esa manera los casi trescientos metros de fila -doblaba por Avenida Rivadavia y luego continuaba por Riobamba hacia Hipólito Yrigoyen- comenzaban a descomprimirse, se acercaron el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y su esposa y presidenta de AySA, Malena Galmarini, cuya familia fue muy cercana a Menem.
Eduardo Duhalde fue uno de los primeros en llegar, junto al ex ministro del Interior, Carlos Corach; Miguel Ángel Toma, ex secretario de Seguridad Interior del segundo gobierno de Menem, y la lista se extendía a medida que pasaban los minutos: desde Miguel Ángel Pichetto, pasando por el actual embajador en Brasil, Daniel Scioli, hasta el presidente de River, Rodolfo D'Onofrio.
Por decisión de la familia, el velatorio se cerró al público a la medianoche (durante la madrugada, sólo podían acceder familiares y amigos) y fue reabierto a las 7 de la mañana de este lunes.
Luego, por la tarde, el cuerpo de Menem será trasladado al Cementerio Islámico de San Justo, donde recibirá sepultura junto al de su hijo Menem Junior.
Fuente: Clarín
