Opinión

El viaje del Papa a los Emiratos Árabes Unidos

La reflexión del padre Germán Maccagno sobre la travesía del Sumo Pontífice.

a8a00919b0728c3df39d234e974db40c_XL
a8a00919b0728c3df39d234e974db40c_XL

06-02-2019 21:15

Es reciente la noticia del viaje que el Papa Francisco hizo a los Emiratos Árabes.

Los frutos de este viaje se verán seguramente más adelante.

Pero creo que tenemos que mirar el gesto, que está dentro de lo que el mismo Papa llama la “cultura del encuentro”.

Esta cultura del encuentro hunde sus raíces en el Concilio Vaticano II , que ya ha cumplido más de cincuenta años

En los documentos del Concilio, en el documento “Nostra aetate”,una declaración sobre la relación de la Iglesia con las religiones no cristianas, hay un párrafo especialmente significativo:

“La Iglesia mira también con aprecio a los musulmanes que adoran al único Dios, viviente y subsistente, misericordioso y todo poderoso, Creador del cielo y de la tierra, que habló a los hombres, a cuyos ocultos designios procuran someterse con toda el alma como se sometió a Dios Abraham, a quien la fe islámica mira con complacencia. Veneran a Jesús como profeta, aunque no lo reconocen como Dios; honran a María, su Madre virginal, y a veces también la invocan devotamente. Esperan, además, el día del juicio, cuando Dios remunerará a todos los hombres resucitados. Por tanto, aprecian la vida moral, y honran a Dios sobre todo con la oración, las limosnas y el ayuno.

Si en el transcurso de los siglos surgieron no pocas desavenencias y enemistades entre cristianos y musulmanes, el Sagrado Concilio exhorta a todos a que, olvidando lo pasado, procuren sinceramente una mutua comprensión , defiendan y promuevan unidos la justicia social, los bienes morales, la paz y libertad para todos los hombres.

El Papa Francisco , en continuidad con lo que decía su predecesor San Juan XXIII, prefiere siempre mirar lo que une y no lo que divide.

LA BRECHA

Los argentinos nos hemos acostumbrado a hablar mucho sobre la brecha. El Papa insiste en que no hay que construir muros sino puentes.

La unidad está por encima de las diferencias y siempre es más constructivo ir primero por lo que une que por lo que divide.

La mano tendida al Islam en el Concilio Vaticano II se hace realidad ahora en este viaje, que es el primero de un Papa a ese país.

El Papa gusta decir que el tiempo es superior al espacio, porque el tiempo habla de procesos, de maduración, de paciencia.

En el mundo globalizado que hoy vivimos hay que tener muy en cuenta estos procesos que deben acompañar a una globalización no sólo de la economía, sino sobre todo de la fraternidad.

Aunque pensemos diferente, hay una fraternidad universal primaria que tenemos que descubrir y acrecentar.

El documento señala, entre otras cosas:

En el nombre de Dios y de todo esto, Al-Azhar al-Sharif -con los musulmanes de Oriente y Occidente-, junto a la Iglesia Católica -con los católicos de Oriente y Occidente-, declaran asumir la cultura del diálogo como camino; la colaboración común como conducta; el conocimiento recíproco como método y criterio.

Nosotros -creyentes en Dios, en el encuentro final con él y en su juicio-, desde nuestra responsabilidad religiosa y moral, y a través de este Documento, pedimos a nosotros mismos y a los líderes del mundo, a los artífices de la política internacional y de la economía mundial, comprometerse seriamente para difundir la cultura de la tolerancia, de la convivencia y de la paz; intervenir lo antes posible para parar el derramamiento de sangre inocente y poner fin a las guerras, a los conflictos, a la degradación ambiental y a la decadencia cultural y moral que el mundo vive actualmente.

Creo que en estas palabras del documento (que es bueno leerlo íntegramente) está el espíritu de

este viaje, breve , pero intenso y esperemos muy fecundo en el diálogo interreligioso.

Temas relacionados Germán Maccagno Opinión