Germán Maccagno

Un año de dolor y aprendizaje

Hemos terminado el año con acontecimientos que han marcado profundamente a nuestra sociedad.

PADRE-MACCAGNO-1
PADRE-MACCAGNO-1

31-12-2020 12:40

Son acontecimientos dolorosos y trágicos.

En el mismo día se aprobó la muerte de los inocentes, la merma del sueldo de los jubilados y la obscena concesión de un juez para que la vicepresidente cobre una suma exorbitante de dinero.

¿Es la Argentina que queremos?

Ciertamente que los que deciden estas cosas no son los ciudadanos de a pie que han transitado con enorme sacrificio un año sumamente difícil.

Los que deciden no son tampoco nuestros representantes, porque en un alto porcentaje no representan nada, están lejos del pueblo y viven en la burbuja de sus privilegios y apetencias.

Ellos no se han sacrificado ni se han reducido un mínimo los ingentes sueldos que cobran mensualmente.

Los que deciden son los grandes intereses de la gobernanza mundial que desde la década del 70 vienen impulsando una agenda para destruir la familia y reducir la población.

Los datos se pueden buscar y encontrar fácilmente en internet. Nuestros representantes, que no nos representan, porque no hacen caso de las mayorías sino de las minorías ideologizadas, son simplemente obedientes a lo que los grandes intereses imponen.

Herodes se ha hecho presente de nuevo en la historia. Herodes está presente en muchos países y ahora también en el nuestro.

Y nos miente diciendo que es un avance, que es un progreso, que “Argentina ahora es un país mejor”.

¡Recién me entero que la mejora pasa por la muerte de los inocentes!

Menos mal que no mejoró antes, porque si no, capaz que los que lo dicen no estarían...

Lo que hemos vivido nos muestra que la clase política en un gran porcentaje vive en otro mundo, no en el de los simples ciudadanos.

Nos muestra también que razonan no con convicciones, sino con intereses que los lleva a la tragicomedia del panquequismo.

Nos muestra que aunque pregonen independencia son esclavos de ideologías foráneas y de intereses transnacionales.

¿Qué nos queda por hacer?

Seguir luchando, seguir educando, seguir proclamando la verdad de la vida y de la familia.

La verdad no se impone por la fuerza, sino con la fuerza de la misma verdad. Cuando Jesús nació, también la situación era difícil: el imperio Romano expoliaba a los pueblos sometidos, el emperador era un corrupto y vivía la práctica de la pedofilia en la isla de Capri, en Roma a los recién nacidos los tiraban en los canales, el Imperio estaba gobernado por políticos corruptos...y podríamos seguir con una larga lista de parecidos.

Pero un pequeño niño nacido en una región periférica cambió la historia. Hoy nos toca también seguir anunciando con El y como El el poder del amor que es más fuerte que la muerte.

Algunos dicen: ¿para qué hemos rezado tanto?

Respondo: para fortalecernos. Dios no puede hacer nada cuando el hombre se obstina.

El pecado contra el Espíritu Santo también existe hoy en muchos corazones que se niegan a la verdad. Y lamentablemente esos corazones son los que hoy deciden burlándose del Papa, de la Iglesia y de cuantos no piensen como ellos. En la sociedad inclusiva que pregonan no tienen lugar los diferentes, sino los que son como ellos. Son exclusivos los inclusivos.

Otros dicen: ¿y el Papa por qué no habla?

El Papa vive hablando y defendiendo la vida. No lo quieren escuchar, porque lo usan, pero no creen.

En este primer día del año celebramos a María, Madre de Dios. Ella estuvo firme al pie de la cruz y lo que parecía un fracaso Ella vio cómo se transformó en la luz de la Resurrección. Por eso es la Madre de la esperanza.

No nos desanimemos. Aprendamos y luchemos. Como dijo Benedicto XVI : “el mal no tiene la última palabra”. La Verdad y el Amor siempre tienen la última palabra.

Estas batallas no son para los tibios o los indecisos, sino para los que se juegan. Dios no nos preguntará sobre nuestros éxitos o fracasos, sino sobre la lucha que hemos librado con entereza y valentía.

Confiando en El y sabiendo que la verdad triunfa empecemos este nuevo año con esperanza. Dios nos da una nueva oportunidad. Sepamos aprovecharla después del doloroso aprendizaje de este año.

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