Juan Jenefes

Una charla de café... Patria y vida

Por Juliana Carbó y Juan Jenefes.

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26-07-2021 15:44

En estas últimas semanas hemos visto a través de los distintos medios de comunicación lo que ocurre en Cuba. Persecución de opositores al gobierno, listas de personas sobre las que se desconoce el paradero, suspensión del servicio de internet sobre todo el territorio.

¡Vimos personas marchando y cantando Patria y Vida! Gritando “Que no siga corriendo la sangre por querer pensar diferente. ¿Quién le dijo que Cuba es de ustedes? Si mi Cuba es de toda mi gente”. Canción que enoja a la dictadura cubana porque hace lo que al pueblo le está prohibido, se expresa con su prosa en contra de la única ideología permitida en el país y se suma al reclamo de décadas en un grito de libertad a través del arte.

La situación crítica de Cuba nos lleva a poner esta semana la lupa en la libertad de expresión, no esta vez desde la libertad de prensa, sino vinculada al derecho a la protesta.

Dice la constitución de la “República” de Cuba en su artículo 5 que “El Partido Comunista de Cuba, único, martiano, fidelista, marxista y leninista vanguardia organizada de la nación cubana, sustentado en su carácter democrático y la permanente vinculación con el pueblo, es la fuerza política dirigente superior de la sociedad y del Estado.” Este artículo, dentro de la norma suprema del país es tajante respecto de que hay una única ideología permitida dentro de sus fronteras, parece una constitución propia de otra época, pero esta es la versión de la reforma del año 2019.

El derecho a la protesta es derecho humano. En la Constitución Argentina se encuentra regulado como forma una de libertad de expresión (art. 14 y 32) y en varios tratados internacionales, como la Declaración Universal de Derechos Humanos, Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que reconocen la libertad de pensamiento.Así también este derecho encuentra una vinculación directamente con otros derechos como ser el de libertad de reunión y asociación.El Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, en el Informe del Relator Especial sobre los derechos a la libertad de reunión pacífica y de asociación define a la protesta como una forma de acción individual o colectiva dirigida a expresar ideas, visiones o valores de disenso, oposición, denuncia o reivindicación. Como ejemplos pueden mencionarse la expresión de opiniones, visiones o perspectivas políticas, sociales o culturales; la vocalización de apoyo o crítica relativas a un grupo, partido político o al propio gobierno; la reacción a una política o la denuncia de un problema público; la afirmación de la identidad o visibilización de la situación de discriminación y marginalización de un grupo.

También el derecho de protesta está íntimamente vinculada a la promoción y defensa de la democracia y es un principio básico de cualquier estado que se jacte de ser una república democrática.

En Argentina, es común ver como este derecho es ejercido de manera constante, por sobre todo por organizaciones sociales y distintos partidos políticos. Este derecho, como casi todos los derechos no son absolutos. Es importante comprender que son fundamentales para el funcionamiento de cualquier sistema democrático, pero su uso jamás debe ser abusivo ni lesionar otros derechos. Los piquetes y marchas que vemos en Argentina muchas veces son un uso abusivo del derecho a la protesta lo que genera un malestar general en el resto de la población y una desvalorización de la misma.

En Cuba, vemos un escenario completamente distinto, vemos un país en donde la democracia no existe, aunque su Constitución la proclame como principio en su artículo 1°, está en la letra de la Constitución, pero no se vive una democracia en Cuba y si nos pretenden hacer creer lo opuesto es una mentira absoluta.

El 15 de julio, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos emitió un Comunicado de Prensa en el cual repudió de manera directa el uso de la fuerza contra las protestas sociales y pacíficas en Cuba, que tienen el fin de exigir el ejercicio de libertades civiles y cambios en la estructura política del país.

Como argentinos nos resulta doloroso ver que estando en un país donde aún reina el Estado de Derecho, que por supuesto siempre debemos defender, parte de nuestros representantes políticos no condene al Régimen Cubano, no condene la represión y la violación de derechos humanos, se retire también de casos de delitos de lesa humanidad. Nos preocupa la posición política de nuestro Estado respecto de los límites que debe conservar cualquier gobierno sobre los derechos. Nos preocupa que el gobierno evite repudiar la represión en Cuba.

Hay un autor americano, David Kennedy, quien manifiesta como países “tercermundistas” invocan a los derechos humanos cuando les conviene y cuando no les conviene no. Esto es real, lo vemos de manera directa en la actitud de nuestros representantes.

Es así que varios artistas con su música pretendieron encender una llama que avivó los sentimientos de libertad y repudio a un régimen que ha abusado de un pueblo por muchísimas décadas.

En estos momentos, como Argentinos debemos solidarizarnos con él pueblo cubano sumándonos a su canto de “Patria y Vida”, para que no se escuche más “Patria o muerte”.

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