Durante los últimos días, el gobierno del presidente Macri atravesó por la peor crisis económica desde su asunción. Aunque los funcionarios y el propio mandatario nacional evitaron la palabra “crisis” y la reemplazaron por “tormenta”, el precio del dólar rozó en varios momentos los $ 41.
Como ya sabemos los argentinos, el precio y las variaciones de la divisa norteamericana, siempre se terminan trasladando a los precios de los artículos de primera necesidad, como alimentos y a los precios de combustibles. Hubo momentos en que los proveedores no quisieron entregar alimentos a los supermercados por no saber cuál era el precio real de los productos.
A pesar del apoyo del gobierno de Estados Unidos a la gestión de Macri, todos los analistas económicos coinciden en que más que una crisis económica se trata de una falta de credibilidad en los funcionarios nacionales y en una crisis de confianza.
Luego de breves discursos del presidente Macri y de su hasta ahora jefe de Gabinete Marcos Peña, la divisa extranjera se disparó inexplicablemente.
Esta crisis vino acompañada por el aumento del riesgo país y del desmoronamiento de las acciones de empresas argentinas en Wall Street.
Durante los dos primeros años de gestión completos del presidente Mauricio Macri, al dólar no aumentó más de $ 3 en 12 meses. Sin embargo en los 8 meses que ya transitamos del 2018, la divisa extranjera se disparó casi $ 20. Ni el acuerdo con el FMI, sirvió para frenar el precio imparable del dólar y sufrió la mayor devaluación desde la salida de la convertibilidad del 2002.
De esta manera el peso argentino, quedó devaluado con respecto a las monedas de todos los países limítrofes y los argentinos no podemos calcular cual será la cifra que alcanzará la inflación a fines del 2018.
Este domingo no fue un día de descanso para los ciudadanos. En la Quinta de Olivos, el presidente Mauricio Macri, mantuvo todo el día reuniones con sus funcionarios y colaboradores. En ella se definieron medidas que el gobierno dará a conocer este lunes, ya que durante todo el día se estuvo especulando con la salida de algunos funcionarios, el regreso de otros y la fusión de Ministerios que se convertirían en Secretarías. Si estos cambios, tal vez tardíos llevan tranquilidad a la población y logran que se controle la inflación, para que los sueldos de los trabajadores no sigan perdiendo su poder adquisitivo, podremos decir que atravesamos otra crisis con la sabiduría que nos hizo recuperarnos de situaciones mucho más críticas.
