Sabrina Galván

La peor cara del frío

El crudo invierno evidenció la cantidad de gente que vive en la calle, mientras la clase política se desvive por conocer sus mediciones en intención de voto.

GALVAN
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03-07-2019 09:14

Mientras la clase política se encamina en todo el país hacia las PASO, y se desviven por conocer sus propias mediciones en intención de voto, o por mostrarse por los barrios más humildes para prometer acciones que nunca sabremos si concretarán, entró en la opinión pública un tema impensado: el clima.

El crudo invierno que estamos soportando los últimos días en todo el país, evidenció la cantidad de gente que vive en la calle, o que habita en condiciones lamentables que no les permite soportar las bajas temperaturas.

Se dice que en el país ya fallecieron 7 personas que vivían en situación de calle, una de ellas en nuestra provincia.

Las viviendas de los que menos tienen, o habitan en el campo, en las sierras, o en la Puna por ejemplo, no pueden acceder a un sistema de calefacción adecuada, poniendo muchas veces sus vidas en riesgo de morir intoxicados.

Aún quienes viven en las ciudades, ante los tarifazos de luz y gas, más el aumento permanente de la garrafa “social”, están permanentemente midiendo como calefaccionar un hogar sin quedar atrapados con tarifas impagables.

La vida de muchas personas en situación de vulnerabilidad, no hace sino chocarnos contra una realidad que muchos prefieren ocultar y que otros se desviven por resolver.

Mientras los organismos del gobierno de Capital Federal aseguran que solo hay mil personas que viven en las calles, las organizaciones no gubernamentales aseguran que se trata de cinco mil almas. Más allá de la diferencia de números, detrás se esconde la peor de las circunstancias en las que puede vivir un ser humano.

En San Salvador de Jujuy, no hace falta recorrer demasiado para ver hombres, mujeres y hasta niños durmiendo en las guardias de hospitales, en inmediaciones de la vieja terminal o de los mercados, donde tratan de proveerse de comida durante el día. Pero cuando llega la noche y las temperaturas están por debajo de 0º, una frazada no puede abrigar a nadie. Y menos a personas mal alimentadas y sin las condiciones higiénicas necesarias para sobrevivir.

Lo que más llamó la atención, es que merenderos, asociaciones civiles, clubes deportivos, organizaciones no gubernamentales, militares del RIM 20 y hasta grupos de jóvenes autoconvocados salieron desde el viernes a ofrecer lugares para dormir, bañarse y comer. Los ciudadanos comunes esperamos siempre, que estas situaciones estén contempladas en políticas de Estado para pasar el invierno. Sin embargo, es muy poca la difusión sobre la ayuda de Ministerio de Desarrollo Humano, si es que realmente existe.

Los que nada tienen y muchas veces deciden vivir en la calle por sus adicciones o por su falta de vivienda, necesitan además de comida, un baño caliente y abrigo, contención y cariño. La gente común de Jujuy lo sabe y sin reparos, donó comida y abrigo para contener esta difícil situación. Ahora cabe preguntarse, este tema,¿ entrará en la agenda política que se aproxima?

Por quienes no pueden estar en un hogar caliente con comida como nosotros, esperemos que sí.

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