El fiscal Diego Cussel imputó a Magalí Quiroga Saenz por el homicidio de su pareja, José María Villafañe, en un confuso episodio en el que el joven recibió un disparo en la cabeza y la familia del joven sospecha de que no habría actuado sóla.
La joven, que se encuentra ahora detenida, fue imputada por el delito de “homicidio calificado por el vínculo, con alevosía” y declaró ayer por la tarde.
Por su parte, Hernán Lello, abogado de la familia de José María, en diálogo con nuestro medio indicó que en base a la imputación que recibió Quiroga Sáenz, le correspondería la máxima pena. “Se dan dos requisitos que establece la ley, por ende estamos hablando de reclusión o prisión perpetua, el máximo de las penas”, explicó.
El abogado querellante señaló que hasta ahora la fiscalía sólo pudo secuestrar el vehículo en el que se habría producido el homicidio, pero el arma utilizada aún no fue hallada, ni tampoco la vaina de la bala.
En la madrugada del domingo, Quiroga Sáez dejó a su pareja Villafañez en la puerta del hospital Snopek y se dio a la fuga. El joven presentaba un disparo en la cabeza, que le provocó el fallecimiento. Por la tarde, la mujer fue detenida, y habría confesado que se trató de un accidente al manipular un arma dentro de un vehículo.
Sin embargo, Lello señaló que sospechan de que habría una tercera persona involucrada en el crimen. “Seguramente tiene que haber actuado con alguien, porque estamos hablando de una persona de 120 kilos que fue subida a un vehículo, llevada de un lugar a otro”, explicó.
Consideró además que podría haber algún encubrimiento de la familia de la imputada, ya que, según señaló, “desde la madrugada que el chico fue dejado en el hospital hasta que ella apareció en la tarde del domingo pasaron muchas horas”.
