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El relato de Belén: "En el auto pensé que me iban a matar"

La joven contó el horror que vivió luego de quedar inconsciente, tras ser violada y golpeada. Además relató que el lunes, mientras marchaban, recibieron disparos.

09-05-2018 20:43

Sin ganas de seguir en el barrio Intersindical, zona sur de la ciudad de Salta, Belén se dispuso volver a su casa. Lo que pasó a partir de ese momento fue realatado por la joven:

"Estábamos saliendo los cuatro -Belén, A. B., el dueño de casa y la otra joven- cuando Facundo Z le pidió a mi amiga que dejara que nos fuéramos solos. Ella se volvió diciéndome que ya nos alcanzaba y me dejó sola con A. B. Éste supuestamente me acompañaría hasta la parada, y cuando llegamos me pidió que le convide fuego. En eso sentí que me agarraron del cuello pero de una forma tan particular que no podía gritar. Estaba sola, sin poder moverme, el único local abierto a esa hora era McLucas".

Mientras la víctima intentaba liberarse, sintió la llegada de un auto oscuro y no pudo divisar la marca ni el color. En medio del escalofriante relato, mezclado con momentos de furia pero sobre todo con una profunda angustia, manifestó lo siguiente: "A. B. me agarró de adelante y me subieron por la parte trasera del auto. No dejaba de ahorcarme mientras M. M., que estaba en el asiento del acompañante se reía, el tercer tipo que aún no atraparon era el que manejaba. Comenzaron a golpearme, lo único que podía expresar eran gemidos que no llegaban a ser gritos. Después me desmayé y desperté en medio del monte".

Ultrajada y casi sin movilidad, al cabo de algunas horas Belén despertó sin saber qué le había pasado. Estaba desnuda, mojada, ensangrentada y sin movilidad. "Desperté y estaba boca abajo, con la cabeza entre los yuyos. Muy dolorida, no podía abrir uno de los ojos de tan hinchando que lo tenía, igual que la boca. De a poco fui recordando y de golpe me dio muchísimo miedo, pensaba que si esos tipos volvían podían matarme. Sabía que tenía que levantarme y comencé a arrastrarme", comentó.

Ultrajada y humillada llegó a una casa en Santa Ana III. Tras golpear la puerta una señora a quien la víctima conoce no logró reconocerla. "Me preguntó quién era y le dije mi nombre, salieron sus hijos e inmediatamente pidieron ayuda", dijo. A Belén le habían robado sus pertenencias.

"Los investigadores fueron al lugar donde me dejaron creyendo que estaba muerta y encontraron mi anillo, la tarjeta Saeta y hasta el momento no apareció mi celular ni el tercer hombre", refirió.

"En el auto pensé que me matarían, que iba a ser una más de tantas. En el descampado, después de unos minutos, le pedí a Dios que me ayudara; le dije diosito ayudame por favor. Me pare despacio, por mi cabeza pasaba que si me volvían a ver esos tipos iban a matarme. Dios me dio fuerzas para salir de ese lugar".

Con ayuda psicológica y mejorando a diario físicamente, Belén manifestó su firme decisión de siguir con su lucha y con las marchas para que el horror que sufrió no se repita.

INCIDENTES EN LA MARCHA

Lo primero que la joven de 18 años denunció lo ocurrido el lunes por la noche cuando junto a familiares y amigos marcharon por las calles del barrio. “Estábamos pasando por la casa de uno de los detenidos, M. M., y desde adentro comenzaron a los tiros. Los policías que estaban en el lugar lo único que hicieron es defender a los delincuentes que no dejaban de tirar”, expresó profundamente disgustada Belén.

Encapuchada no quiso perderse la segunda marcha que gente de su barrio realizó, en la primera estaba internada en la clínica Güemes. “Y todo lo que me hicieron a mí, dónde estaba la seguridad en ese momento, dónde estaban los policías”, agregó la víctima. Al igual que la primera vez que marcharon en la zona sur, el lunes iban a realizar el mismo recorrido sin embargo la movilización se vio entorpecida y terminó muy mal.

“Cuando vimos que se pusieron a defender a la familia del delincuente los muchachos no dudaron y reaccionaron, en ese momento los policías abrieron fuego y golpearon a varios de los chicos que estaban en la marcha, incluso detuvieron a mi tío”, contó Belén y agregó: “La verdad que a estos tipos no les tengo miedo, mucha gente me demostró que no estoy sola. Son ellos los que deberán temer porque vamos a seguir pidiendo justicia. Estoy con mucha bronca porque la familia de los delincuentes sigue con las amenazas, lo hicieron en la primera marcha y también ahora”, concluyó la víctima.

Fuente: El Tribuno de Salta

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