Cristina Fernández de Kirchner, precandidata a vicepresidenta del Frente de Todos, votó en Santa Cruz y se retiró casi sin hacer declaraciones. "Vieron cuánto frío hacia. Y eso que tenemos las veredas calefaccionadas como dicen algunos. Gracias, gracias", fue la única frase que emitió ante los periodistas, en una crítica al presidente Mauricio Macri sin nombrarlo. Los periodista quedaron en un corralito encerrados y no pudieron cubrir ni el voto ni la posterior salida tumultuosa de la expresidenta.
Antes de su llegada, el revuelo lo originó la decisión del entorno de Cristina de permitir que solo la cámara de la productora La Corte -que su gobierno contrató durante toda la gestión- registre la espera y el voto ante la mesa 611 de la escuela Nº 19 Luis Piedrabuena, donde le tocó sufragar a la precandidata a vicepresidenta. Hasta el pasillo donde estaba ubicada la urna únicamente entraron fotógrafos y la cámara de La Corte.
Cristina llegó junto al jefe de su custodia, el comisario Diego Carbone. Entró a las 12.55, en medio de aplausos y cantos de militantes. "Vamos a volver", se oía. Hizo la cola correspondiente: le tocó esperar casi 40 minutos parada. Tenía 10 personas delante de ella. Durante este tiempo accedió a sacarse selfies, a abrazar a conocidos y simpatizantes y besar a niños, mientras consultaba el celular.
Mientras esperaba en la cola, se quitó el abrigo de piel que le sostenía su asistente Gabriel Graves, se tomó fotos y también recibió el saludo de algunos funcionarios, entre ellos Norma Benedetto. A diferencia de las elecciones en las que era senadora nacional o bien ya durante su presidencia, Cristina Kirchner, decidió que no saquen la urna al gimnasio de la escuela donde se montaba una tarima para las cámaras y ella emitía el voto frente a los periodistas.
Según trascendió de su entorno, esta vez decidió hacer la cola como todos los votantes y que solo transmita la imagen la productora privada, a efectos organizativos. Según trascendió, no había ninguna orden de la justicia electoral que impidiera el acceso de otras cámaras al pasillo donde esperaba Cristina Kirchner, sin embargo el dispositivo de seguridad coordinado entre la fuerza de la policía provincial y la custodia de la senadora así lo dispuso.
La salida de la escuela fue tumultuosa. Militantes rodearon el auto, hasta el punto de que generó cierto malestar en la expresidenta y su custodia. Allí hubo gente que intentaba acercarle cartas con pedidos, en tanto otros le dieron ejemplares de su libro "Sinceramente" a través de la ventanilla para que se los autografíe.
Desde la escuela se dirigió hasta la residencia oficial de los gobernadores para compartir el almuerzo con su cuñada, Alicia Kirchner, que hoy intentar ser reelegida en la gobernación. Esperará los resultados en su casa de la calle Mascarello y está previsto que desde allí salga esta noche en videoconferencia con el búnker del Frente de Todos.
Su regreso esta previsto para mañana en un vuelo de línea, desde Río Gallegos. Aquí llegó el sábado, a la madrugada, a bordo de un vuelo de Aerolíneas Argentinas y no se mostró públicamente hasta hoy al mediodía, cuando concurrió a votar a las 12.55.
Sí trascendió ayer el mensaje a través de Whatsapp que le llegó a todos los fiscales del Frente de Todos. En el audio, la expresidenta advirtió a sus fiscales en las PASO. "Hola soy Cristina. Antes que nada les quiero agradecer a cada una y a cada uno por el trabajo que van a hacer fiscalizando la elección. Quiero pedirles una cosa muy importante. Por nada del mundo se vayan de la mesa hasta que se cuente el último voto", dijo.
Fuente: La Nación.
