Con asombro aparece por primera vez en todos los medios el diputado Martiarena con un proyecto que tiene como objetivo nacionalizar los depósitos. Lo que hizo es echar nafta al fuego ya que en medio de una crisis económica como la que vive el país, hablar de nacionalización de los depósitos es querer producir una corrida bancaria y un agravamiento de la crisis que tenemos y pegarle un tiro en el pie al gobierno de Fernández.
De hecho salió el propio Presidente del Bloque de Diputados del Frente de Todos, Máximo Kirchner, asegurando que su bloque no apoya el proyecto. Algo que es obvio, ya que llevaría en medio de una campaña a un estallido en la economía y a perder las elecciones.
Es inentendible. Estuvo cuatro años sin que se aprobara ninguna ley de su autoría y se manda una bomba que no tiene sentido y produjo un minuto de fama antes del 10 de diciembre cuando regresa a Jujuy terminado su mandato.
Cuando miro para atrás veo que ayudé a muchos que luego me defraudaron. Él pudo ser el recambio de dirigentes pero dinamitaron todo. La salida de la crisis es simple, gastar lo que se tiene sin emisión monetaria y sin préstamos extranjeros o locales, sin demagogia y pensar que para que exista trabajo para todos y todas es necesario dar condiciones razonables en lo impositivo y en lo laboral.
