Este jueves llega a la ciudad de La Quiaca el espectáculo que lleva el nombre de “100 Fidalgo. Tarjando la memoria de Jujuy”. El evento se llevará a cabo con doble función a las 18 y 21 horas en el salón Claret, ubicado en calle Árabe Siria y 25 de mayo.
Los protagonistas de la obra son Reynaldo Castro, Lola Castro Olivera y el dúo Torja y además, cuenta con la organización de la comunidad del IES N° 1.
“En estos días se cumplen cien años del nacimiento de Andrés Fidalgo, escritor, juez, abogado de gremialistas y presos políticos. El que ordenó, clasificó y ponderó a toda la literatura local; el que historizó el teatro de Jujuy. El que fue uno de los cinco directores de la ya clásica revista Tarja. El que estuvo preso antes de la última dictadura; el que estuvo preso en la última dictadura”, afirmó el docente y escritor Reynaldo Castro, uno de los convocantes y protagonistas.
“En su memoria, el jueves 20 en salón Claret, realizaremos un acto cultural en el que haremos un repaso por su vida y obra. Con canciones, actuaciones, lectura de poemas y rememoraciones del que primero cantó inocente / con intención después / no recuerdo su apellido / pero su nombre era Andrés'”, manifestó Castro.
Los protagonistas de la obra ponderaron el valor artístico y político que tuvo Fidalgo para Jujuy. “Andrés es el que tuvo que marcharse, junto a Nélida Pizarro (la compañera de toda su vida) al exilio. El que, en otro país, recibió la noticia de que su hija Alcira fue secuestrada, después sabríamos, por Alfredo Astiz y un grupo de tareas. El que fue el primero en animarse a publicar un libro sobre los detenidos-desaparecidos en nuestra provincia. Nuestro amigo. El último intelectual frontal de Jujuy. Murió en 2008, y desde entonces, vive en nuestra memoria”, expresaron.
ANDRÉS FIDALGO, VIDA Y OBRA
Ensayista, poeta y abogado defensor de presos políticos. Codirigió la (ya clásica) revista literaria Tarja (1955-1960).
Vivió su adolescencia y juventud en Córdoba, después en la patagonia y, por un periodo breve, en Buenos Aires; se instaló casi definitivamente en Jujuy, a mediados de la década del cincuenta.
Entre 1976 y 1982 estuvo exiliado en Venezuela. Publicó los siguientes ensayos: La copla (1958); Elementos de poética (1961); Breves toponimia y vocabulario jujeños (1965); Panorama de la literatura jujeña (1975); Bibliografía de la literatura jujeña -en colaboración con Herminia Bellomo- (1990), El teatro en Jujuy (1995) y Jujuy, 1966-1983 (2001).
Es autor de los siguientes libros de poesía: Serenata (1943); Toda la voz (1971); Aproximaciones a la poesía (1986); Coplas y variaciones (1989). Ha publicado, además, un volumen de historia: ¿De quién es la puna? (1988), otro de humor: ¡Sonría por favor! (1991) y un libro que recopila textos de diversos géneros: Escritos casi póstumos (2003). Dirigió la revista de memorias Nadie olvida nada.
