La serie documental Carmel, ¿quién mató a María Marta? (Netflix) es el éxito más reciente dentro de un género, el true crime, que tiene muchas producciones de alto nivel investigativo y legiones de fanáticos. Aquí, siete propuestas imperdibles para jugar a ser detectives con hechos verídicos que ponen la piel de gallina.
Hay un clon norteamericano del caso García Belsunce, un empresario que "confiesa" sus crímenes a cámara (y cuyo juicio continuará en 2021), un hombre que ya fue preso por un delito que no cometió y ahora lo está por otro del que dice ser inocente, un caso de instigación al suicidio, un diabólico complot para robar un banco, el homicidio de un niño en un pueblo donde nunca pasa nada y los asesinatos de tres jóvenes que se convierten en carne de talk show.
1. The Staircase (Netflix). 1 temporada. 13 capitulos
Michael Peterson (veterano de Vietnam, escritor exitoso de novelas bélicas) vive en una hermosa casa en Carolina del Norte con su esposa Kathleen y cinco hijos. American dream total. Hasta la noche del 9 de diciembre de 2001, cuando el cadáver de la mujer aparece en un charco de sangre en la escalera que lleva a los dormitorios.
Michael llama al 911 y dice que su esposa se cayó. Pero la escena no condice con esa descripción (¿les suena a García Belsunce?) y la única persona que estaba en la casa era Michael. La Fiscalía (sin Molina Pico) apunta contra él, por lo que la felicidad de la familia, como en Carmel, estallará en mil pedazos.
Saldrá a la luz la vida sexual secreta de Michael. Lo pondrán en la mira por una muerte ocurrida en Alemania en los años ochenta. Y habrá un proceso judicial que durará 15 años. Dirigió el francés Jean Xavier de Lestrade, ganador de un Oscar en 2002 por otro documental de true crime.
2. The Jinx (HBO). 1 temporada. 6 capitulos.
Robert Durst, heredero de un imperio inmobiliario de Nueva York, tenía, cuanto menos, mala suerte: su primera esposa, Kathleen, una estudiante de Medicina a la que golpeaba con regularidad, desapareció sin dejar rastros en 1982; su mejor amiga, Susan, fue asesinada en 2000 cuando iba a declarar en el caso de Kathleen; y el propio Robert fue a juicio por el crimen y descuartizamiento de un vecino, del que resultó absuelto.
Luego del estreno de un filme sobre su vida, Durst se comunicó con el director, Andrew Jarecki, porque quería contarle su verdad. Así comienza una investigación paralela que revela el cúmulo de ¿casualidades? que permitieron a Durst continuar libre. Y termina con una insólita confesión.
3. Making a murderer (Netflix). 2 temporadas. 20 capitulos.
Cuenta la pesadilla que aún viven Steven Avery y su sobrino Brendan, dos white trash de un poblado rural de Wisconsin. Avery fue preso durante 18 años por un intento de violación que no cometió. La Policía de su condado lo tenía enfocado por otras cuestiones (era un bravucón) y lo culpó con pruebas amañadas. Lo condenaron en 1985.
Pero, en 2003, un examen de ADN demostró su inocencia. Avery le hizo juicio al Estado y a la Policía local. ¿Aquí termina todo? De ninguna manera, Porque en 2005 desaparece una fotógrafa y encuentran su auto en el terreno de Avery. Así empieza un nuevo proceso, ahora por asesinato, en donde las pruebas clave serán halladas por los policías que él había querellado. La ola también arrastrará a su sobrino Brendan, un adolescente con pocas luces. Impresionante. Habrá tercera temporada.
4. Te amo, ahora muere (HBO). 1 temporada. 2 capitulos.
Conrad Roy, de 18 años, se suicida en su camioneta conectando una manguera al caño de escape. La Policía decide revisar su celular más allá de que no hay evidencia alguna de que haya sido un asesinato. Y lo que encuentra es el chat con su novia, Michelle Carter (17), quien hasta último momento lo ha alentado a quitarse la vida.
Por lo tanto, Michelle (una adolescente hermosa, con problemas de autoestima) será llevada a juicio por el delito de homicidio involuntario. La directora del documental se llama Erin Lee Carr y se especializa en filmes de true crime. Su trabajo se limita a seguir el caso, investigar tanto la vida de Conrad como la de Michelle y cubrir el juicio oral, que será sin jurado popular por pedido de la víctima.
5. Genio del mal (Netflix). 1 temporada. 4 capitulos.
En agosto de 2003, un repartidor de pizzas de 46 años entra a robar un banco de un pueblito de Pensilvania llamado Erie. Dice que le han puesto un collar bomba y que, si no le dan 250.000 dólares en el acto, se lo harán explotar. Se va con 8.000, se sube al auto y es bloqueado por la Policía poco después.
Insiste con la historia del collar bomba y ruega que se lo saquen. No le creen. Antes de que la Brigada de Explosivos llegue al lugar, el collar empieza a sonar con un pitido y finalmente explota, matando al repartidor de pizza.
Todo esto ocurre en la primera media hora del documental. El resto de la serie será para investigar quiénes planearon el robo y si el repartidor era o no parte del golpe. Y nos presentará a un personaje fascinante: Marjorie Diehl-Armstrong, una villana extraordinaria.
6. ¿Quién mató a Garrett Phillips? (HBO). 1 temporada. 2 capitulos.
Todo sucede en Posdam, un pueblo tranquilo del estado de Nueva York, con familias de clase media y mucha población universitaria. La paz se quiebra cuando Garrett Phillips, de 12 años, aparece asesinado en el interior de su casa.
La Policía local no duda: apunta rápidamente a Oral “Nick” Hillary, afroamericano, entrenador de fútbol en una Universidad cercana y ex novio de la madre del niño. Los prejuicios raciales y algunas cuestiones personales se conjugan para llevar a la cárcel a Hillary e iniciarle una causa por asesinato.
La directora de la serie, Liz Garbus, que fue dos veces nominada al Oscar, hace foco en el infierno grande que esconde todo pueblo chico. Como en el caso de María Marta, el crimen sigue impune.
7. El caso Alcasser (Netflix), 1 temporada. 5 capitulos.
Uno de los casos más espectaculares de la historia penal española. Sucedió en Alcásser, un municipio de la provincia de Valencia. En noviembre de 1992, tres amigas (Toñi, Desireé y Miriam) fueron a ver a una chica enferma y luego decidieron hacer dedo para ir a bailar a un pueblo vecino. No llegaron ni volvieron a sus casas.
Frente a la escasa respuesta de las autoridades locales, el padre de Miriam se puso al frente de la búsqueda y rápidamente decidió llevar el tema a los medios nacionales.
Los cadáveres aparecieron 75 días después en un paraje montañoso. Se detuvo a un muchacho (luego juzgado y condenado) y se apuntó a otro, que escapó y aún sigue prófugo. Serie que muestra cómo el caso se transformó en carne de talk show. Pero, además, refleja los límites del victimismo, con el padre de Miriam alentando teorías absurdas en la TV.
