El reconocido bailarín de tango Juan Carlos Copes murió este viernes a los 89 años. Según explicó su familia, en diciembre había dado positivo en COVID-19. Aunque ya había recibido el alta, en las últimas horas sufrió una nueva complicación e ingresó de urgencia al Sanatorio La Torre, de Florida.
“Fue todo muy rápido. Falleció mi papá. Su brillo quedará intacto en las estrellas y en la historia del tango por siempre”, escribió su hija Johana en un breve mensaje de Facebook.
Su esposa, Myriam Albuernez, explicó que el coreógrafo murió a raíz de un EPOC. Además, aclaró que no tenían previsto organizar un velatorio público porque el propio Copes les había pedido que lo cremaran y lo despidiera su círculo íntimo.
El deseo de un último tango
El bailarín estaba retirado de los escenarios desde 2016 después de una mala praxis que le provocó problemas de lumbalgia. “No puedo caminar ni 50 metros. De todas formas, estoy bien de salud, tanto física como mentalmente”, aseguró en una entrevista a Infobae en septiembre.
“Siempre me sentí un embajador sin cartera en el mundo y creí que iba a ser reconocido en mi país, pero no pude bailar mi último tango”, agregó en esa misma nota, donde también detalló sus problemas económicos.
Después de su conflicto legal con el espectáculo “Tango Porteño” -al que llevó a juicio por irregularidades en su contrato- explicó que su situación era muy compleja: “Con mi jubilación y la de mi señora comemos y vivimos. Bueno, sobrevivimos. Justamente estábamos haciendo cuentas y este mes va a ser lastimoso porque no vamos a llegar a pagar lo que piden del gas y la electricidad”.
Un ícono que cruzó fronteras
Copes fue un hombre de mundo. Después de que lo contrataran para el programa de la CBS The Arthur Murray Party, que una vez por semana dedicaba una emisión al baile, trabajó en el teatro Chateu Madrid de Nueva York y luego encabezó una gira por Europa.
Su época dorada fue en la década de los ochenta, donde brilló de la mano del show Tango Argentino. Fue en ese entonces que con su pareja de baile María Nieves Rego fueron invitados a presentar un show en la Casa Blanca para el presidente Ronald Reagan. “Fui a hacer una pieza y terminé haciendo tres. Estaba todo el Partido Republicano y en primera fila, Frank Sinatra”, solía decir sobre esa noche.
Se convirtió en un exponente del tango a nivel internacional, marcado por su estilo coreográfico. Hizo tres temporadas en Broadway, fue reconocido como “filósofo de tango-danza” en la Universidad de Standford y recibió numerosos premios. Una leyenda que nunca quiso dejar de bailar.
