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El extraño caso de la mujer boliviana que quiso entrar al país con 100 mil dólares

Desmintió que fuera para Evo Morales y dijo a la justicia boliviana que traía dinero a la Argentina para la filial de una petrolera venezolana.

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13-01-2020 13:15

La filial argentina de la petrolera estatal venezolana PDVSA acaba de ser protagonista de un incidente internacional. Una mujer boliviana identificada como María Palacios fue detenida tratando de cruzar la frontera de Bolivia a Argentina con US$ 100.000 que no estaban declarados.

Frente al fiscal boliviano Marcos Villa, Palacios declaró que se dinero estaba destinado al pago de sueldos en PDVSA Argentina. Sin embargo desde el gobierno interino en Bolivia de Jeanine Áñez aseguran que el dinero era para cubrir los gastos del exmandatario Evo Morales, quien renunció en noviembre pasado y que desde fines de diciembre se encuentra asilado en la Argentina.

El caso recuerda a lo que sucedió con Guido Antonini Wilson, un empresario venezolano-estadounidense, que llegó a Argentina, el 4 de agosto de 2007, con una maleta con 790.550 dólares que no había declarado a su llegada y que fueron decomisados. Ese dinero supuestamente era para la campaña presidencial de Cristina Kirchner.

Aunque la primera sospecha era que Palacios iba a utilizar ese dinero para auxiliar al ex presidente boliviano Evo Morales, su declaración apuntó a PDVSA Argentina. Palacios ocupa un puesto en la filial boliviana de PDVSA.

PDVSA es la principal empresa venezolana. En 2015, facturaba más de US$ 88.000 millones. Cuatro años después, sus ingresos cayeron a menos de un 25% de esa suma: US$ 23.300 millones. Su operación argentina pasó de tratar de comprar las redes de estaciones de Shell -en la época de los ex presidentes Hugo Chávez y Néstor Kirchner- a reducirse casi a una mínima expresión, liquidando casi todos sus bienes.

Las cuentas de PDVSA en Argentina estarían congeladas. Su entrega de dinero era una forma de tratar de subsanar ese inconveniente. Su trabajo habría sido el de "mula", como se denomina a los que contrabandean.

La filial local de PDVSA pasa diferentes apremios. A los trabajadores de una de sus subsidiarias (Petrolera del Cono Sur) los mandaron la semana pasada a sus casas porque la firma no había pagado la cuenta de luz y les interrumpieron ese servicio.

Los empleados en Buenos Aires del gigante venezolano no cobran sus sueldos con regularidad mensual, y a veces se les acumulan entre 60 y 90 días sin que perciban ingresos. Para hacerse de sus haberes, esperan que llegue dinero de otros países.

En ocasiones, los mandaron a oficinas de Western Union donde perciben plata a través de transferencias, en un sistema -como mínimo- poco transparente. Recibieron pagos de US$ 3.000 o US$ 5.000 por ventanilla, sin un comprobante que indique el origen de esos fondos. No hubo facturas ni recibos para esas personas.

El modelo de negocios de PDVSA Argentina es una incógnita para el mercado local. Nadie entiende cuál es el propósito de la compañía. Lo que si se sabe es que Palacios (la mujer detenida por los US$ 100.000) conoce a Martha Ortega, que encabeza la operación de PDVSA en el país.

En Bolivia, el fiscal Villa no descartó la posibilidad de convocar a más ejecutivos de la petrolera venezolana en Bolivia. Las oficinas de ese país fueron allanadas como parte de la investigación.

Las dificultades para cobrar por parte de los trabajadores de PDVSA en Argentina llevan más de un año y medio. La detención de Palacios, y su declaración que utilizaba el dinero para pagar cuentas locales, es la primera confirmación de una irregularidad.

Pero este no sería el primer envío de dinero desde Bolivia. Plata proveniente de ese país y de Ecuador habría terminado en la filial local de PDVSA, según sospechan en Bolivia.

El mecanismo de girar dinero desde el país del altiplano no sería excepcional. El cambio de Gobierno en Bolivia habría generado nuevos controles que puso esta situación al descubierto.

Palacios conoce a otros ejecutivos que conforman la plana mayor de PDVSA en Argentina. El gobierno venezolano no da señales de querer cerrar la pata local. Hasta exploraría la posibilidad de vender algún activo para hacerse de dinero.

En Bolivia, también se investiga si PDVSA estuvo financiando a sectores cercanos a Evo Morales. Este incidente podría generar una mayor distancia entre los gobiernos de ambos países.

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