Internacionales

Una nena logró cumplir los deseos de decenas de abuelos que viven en geriátricos

La nena se aburría al acompañar a su mamá, que es enfermera y decidió juntar donaciones para hacer realidad los pedidos de los adultos mayores.

inter-1
inter-1

15-02-2019 14:15

Ruby Kate Chitsey, de 11 años, pasa la mayor parte de sus veranos en residencias de ancianos. Es que su mamá es enfermera, así que la acompaña en el trabajo. Aunque le gusta pasar el tiempo ahí, a veces puede ser un poco aburrido. Lo que nunca imaginó fue que una situación la convertiría en la persona más importante para estos abuelos.

Un día, vio que una señora en silla de ruedas despedía a su perro, de 12 años. Un amigo lo había traído de visita y no sabía cuándo volvería a verlo. La nena se acercó y notó la tristeza en sus ojos, y entenderla porque también tiene muchos animales. Si bien contratar un cuidador cuesta mucho dinero, se quedó pensando: ¿cuántos otros residentes en el geriátrico tendrían deseos incumplidos?

En esta pequeña ciudad de 12 mil habitantes cerca de Arkansas (Estados Unidos), los adultos mayores son cuidados por el Estado. Provienen de familias humildes que no suelen visitarlos con frecuencia, ya sea porque también son ancianos o porque no tienen auto para acercarse.

Así que este verano Ruby se propuso ayudarlos. Primero conversó con ellos y anotó sus pedidos en una hoja que le sobró del cuaderno de 3º grado. Luego, abrió una página de Facebook. Su mamá la ayudó a crear otra en GoFundMe para reunir fondos y cumplir sus deseos.

Ambas quedaron sorprendidas por todo sucedido después. Las personas le hicieron pedidos tan simples que hasta pueden conseguirse en un supermercado. Uno quiso unos pantalones de su talle; otra, fruta fresca -ya que hacía 8 años que no se daba ese gusto-. Varios pidieron salchichas o comidas que no hicieran en el geriátrico; otros quisieron libros buenos o un celular, porque se sentían solos. “Conozco a algunos de estos pacientes hace 20 años. Le dijeron a Ruby cosas que nunca me hubiesen contado”, declaró su mamá a la CNN.

Así, Ruby se transformó en hada madrina. Recaudó 70 mil dólares y empezó a cumplir anhelos. Compró mejores almohadas y frazadas para que estén cómodos, animales robóticos y bebés de tamaño real para que se sientan acompañados. “Son increíbles para los pacientes con demencia”, afirmó la enfermera.

Tras el éxito en esta residencia, la mamá decidió extender la iniciativa de su hija a los cinco geriátricos donde trabaja. Para eso, consiguió una ayudante: una paciente de 74 años. “Me dio algo que hacer y me quitó la mayor parte de la depresión. Antes sentía que no valía nada por haber estado tanto tiempo acá adentro. Ahora puedo ayudar”, aseguró Marilyn Spurlock. Asimismo, considera que el hecho de compartir la situación de los otros pacientes la ayuda en su nuevo trabajo.

Ruby sigue visitando a los abuelos entre dos y tres veces a la semana, y siempre lleva algo para ellos. “Nunca nos pidieron autos nuevos o un millón de dólares. Solo quieren cosas cotidianas y eso es lo que les damos”, concluyó la nena. Su mamá espera que la idea de su hija se transforme en una iniciativa que llegue a todos los hogares de Estados Unidos. “Los residentes que nunca sonríen se derritieron. Todos están encantados con esto. Y de eso se trata, de mejorarles la calidad de vida y hacerlos felices”, completó la mujer.

Fuente: Todo Noticias.

Temas relacionados Internacionales Principal