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Los dos rugbiers liberados por el asesinato de Fernando se negaron a declarar

Guarino y Milanesi, son investigados como partícipes necesarios del homicidio del joven de 19 años.

20-02-2020 16:15

Tras la presentación en la fiscalía de Villa Gesell de los ocho rugbiers detenidos por el crimen de Fernando Báez Sosa ahora fue el turno de la indagatoria de los dos liberados en la causa, Juan Guarino y Alejo Milanesi, que se negaron a declarar. Aunque están en libertad ambos son investigados como partícipes necesarios por el homicidio del joven de 19 años, asesinado a golpes el pasado 18 de enero frente al boliche "Le Brique".

Llegaron al mediodía en la camioneta de su abogado Hugo Tomei, que los trasladó hasta la sede judicial. Guarino está acompañado por su padre y Milanesi, por su madre. Previo a la indagatoria a Guarino se lo vio mientras hablaba con su papá, llorando y agarrándose la cabeza en varias ocasiones. Estuvieron más de una hora ante la fiscal Verónica Zamboni y se fueron poco antes de las 14.30.

La presentación de Guarino y Milanesi se produjo un día después del resto de los imputados, que se encuentran detenidos en el penal de Dolores. Estos ocho acusados son investigados por homicidio doblemente agravado por el concurso premeditado de dos o más personas y la alevosía y lesiones leves, por las agresiones que sufrieron los amigos de la víctima.

Los detenidos cuestionaron a la fiscal del caso, a la que acusaron de haberles mentido porque no les dejó leer la acusación en su contra. Además dijeron que están condenados por los medios y por la sociedad y denunciaron que son amenazados por otros presos en la cárcel, que les dicen que los quieren violar. Fue la primera vez que hablaron en la investigación, ante la fiscal y el juez de Garantías David Mancinelli. Aunque se negaron a responder preguntas sobre el crimen de Báez Sosa.

Las audiencias del miércoles se demoraron porque Tomei, que defiende a los detenidos, pidió la presencia de Mancinelli, que se presentó en la fiscalía horas después del horario previsto para las indagatorias. El primero en declarar fue Máximo Thomsen, uno de los principales implicados en la causa. Acusó a la fiscal Zamboni de haberles "mentido en la cara" y dijo que tanto él como sus amigos están "condenados por la sociedad" y "por los medios".

"No teníamos ni idea de los que estaba pasando. Nos tuvieron ahí parados todos juntos sin explicarnos nada. Lo único que se nos explicó es que la noche anterior se le había entregado a una familia a un pibe en un cajón", declaró. Luego dijo que tanto él como el resto de los detenidos "confiaban en la justicia" pero que ahora creen que Zamboni les mintió. "Nos hizo pasar a firmar papeles en distintas oficinas que decían que nos habían mostrado las fotos y videos y que nos habían explicado el hecho, pero en realidad no nos explicaron nada", cuestionó.

Dijo que fueron "condenados por la sociedad y los medios, antes que cualquier otro juez o fiscal". "Ellos tenían los videos: nos enteramos por nuestras familias el día de visita, ya privados de la libertad", criticó, y aseguró que en el penal sufren amenazas de presos que dicen que los quieren violar.

Luego fue el turno de Ciro Pertossi, que cargó contra la fiscal Zamboni al afirmar que le genera "desconfianza". En sintonía con Thomsen, consideró que vienen "soportando la presión de los medios" y coincidió en que son amenazados por otros presos de la cárcel de Dolores, que les gritan que los "pueden lastimar".

Después se presentó Blas Cinalli, que indicó que se siente "engañado" por la fiscal y que al igual que el resto de los presos por el crimen de Báez Sosa tiene miedo por estar en prisión. Afirmó además que se siente "vulnerable" por las filtraciones a los medios de los detalles de la investigación.

Enzo Comelli dijo que se siente "anonadado" y que no entiende "qué estaba sucediendo". También denunció amenazas de otros internos. Mientras que Ayrton Viollaz y Luciano Pertossi presentaron un escrito en el que cuestionaron a la fiscal.

En tanto que Matías Benicelli y Lucas Pertossi hablaron con los funcionarios judiciales y se expresaron en sintonía con los otros imputados. Tras la indagatoria fueron trasladados nuevamente a la Alcaidía de la Unidad Penitenciaria 6 de Dolores.

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