Después de casi tres días, la Justicia misionera decidió liberar a Gustavo Cerpa, el hombre que estaba detenido por balear y apuñalar a Valdir Prestes Barboza, el presunto asesino de su hermana.
Cerpa había participado junto a un grupo de amigos de los rastrillajes en busca del brasileño de 34 años, que logró mantenerse seis días prófugo. El domingo, cerca de las 16, fue él quien encontró al acusado antes que la policía, le disparó y tras derribarlo, sacó un cuchillo y lo apuñaló hasta que llegaron los efectivos.
Ahora, de vuelta en su casa en el paraje Laguna Azul con sus padres y sus quince hermanos, Cerpa jura que no quiso matar a Prestes Barboza. “Jamás pensé en hacer justicia por mano propia, sólo colaboré para atrapar al asesino de mi hermana", aseguró en diálogo con El Territorio.
En ese sentido, aclaró que "solo quería que el culpable esté preso”. "Desde el día del asesinato de mi hermana, la primera noche que pude dormir un poco fue en la comisaría porque antes de eso fueron seis días que no dormíamos ni comíamos bien", remarcó.
De acuerdo a su relato, se sumó al operativo de búsqueda porque conocía bien la zona y también la peligrosidad del acusado, a quien creía "capaz de cualquier cosa" con tal de escapar. Entonces, reiteró: "Solo queríamos que esté preso y que la Justicia se encargue de él".
El joven, que fue imputado provisoriamente por el delito de “lesiones graves, calificado por el uso de arma de fuego”, agradeció después el apoyo que recibió por parte de todos sus vecinos. "A pesar del difícil momento, hoy la familia está más tranquila, ya pasó la pesadilla", afirmó.
EL FEMICIDO
El marido de Sonia Cerpa, de 40 años, fue quien encontró su cuerpo cuando volvió de trabajar a su casa el 18 de febrero pasado. La habían asesinado a puñaladas delante de dos de sus hijas, de 6 y 2 años.
El testimonio de la mayor de las nenas fue clave para reconstruir lo que había ocurrido horas antes y lo que convirtió a Prestes Barboza en el principal sospechoso.
El acusado y la víctima habían tenido una breve relación en el pasado y ese día Prestes Barboza fue a buscar a Sonia con la amenaza de atacarla si no aceptaba volver con él.
La discusión terminó cuando el hombre sacó un arma y disparó contra su expareja. Como no dio en el blanco, volvió a intentarlo con un cuchillo que tenía entre la ropa. El segundo intento fue letal.
Después del femicidio, se supo que Prestes Barboza ya tenía un pedido de captura emitido desde Brasil por haberse escapado de la Penitenciaria Montenegro, Río Grande Do Sul, donde cumplía una condena por abuso sexual desde 2016.
Fuente: Todo Noticias.
