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Quería una campera de Bob Esponja para su hija y no se la vendieron: “Es de varón”

La mamá de la niña publicó los chats con la vendedora en su cuenta de Facebook.

CAMPERAS
CAMPERAS

15-05-2020 16:15

Maira quería hacerle un regalo a su hija, que es fanática de Bob Esponja. Se había topado con unas fotos de buzos y camperas que una mujer venía a través de las redes sociales con distintas impresiones, entre ellas la del dibujito amarillo de Nickelodeon. Entonces no dudó en escribirle vía WhatsApp para comprarle una de las prendas que su hijita tanto deseaba, pero la respuesta que encontró la dejó atónita. La mujer se negó a venderle la campera pero no había un problema de talles o de disponibilidad, sino un tema de género.

Indignada por la situación que acababa de vivir, la tucumana, que es madre de tres chicos, compartió las capturas de pantalla con los polémicos chats en su cuenta de Facebook y rápidamente la historia de la camperita de Bob se viralizó. En total, su posteo tuvo más de 15 mil reacciones, 62 comentarios y fue compartido casi 100 veces.

A continuación, reproducimos el insólito chat viral:

-Hola, ¿tenés camperita de Bob Esponja en talle 8?

-Sí, me queda en 8 y 10.

-¿Son confecciones grandes o chicas? Porque mi niña es delgadita.

-¡Esas son de varón! Estas son de nena (la mujer copió fotos de prendas exclusivas para niñas).

-Están bellas, pero quiere de Bob Esponja.

-Pero es de varón, explicale. Mostrale las que te envié.

-Disculpá, pero no tengo que explicarle nada. A ella le gusta Bob Esponja. ¿Qué tienen género las camperas?

La mujer volvió a compartirle fotos pero esta vez le diferencio según el género: "Estas son de nene, estas son de nena. Tenés de nena y de varón". Sigue el diálogo, que fue subiendo el tono:

-Quiero de Bob Esponja, ¿me podés vender una de Bob Esponja por favor?

-Tengo de Minnie también.

-¡No nos estamos entendiendo! Te repito: me encantan las camperas, divinas las del unicornio, las de flores y corazones... Pero a mi hija le gusta Bob Esponja. ¿Hay algún problema con eso?

-Claro, no podés ponerle una campera de varón.

-Ah, perfecto, yo estoy mal... Disculpá. Ojalá vendas muchas camperas de unicornio.

La respuesta a eso fue un emoticón con el pulgar hacia arriba y allí finalizó la charla. Luego, ante el escándalo que se generó, la vendedora bloqueó a su cliente y Maira terminó recibiendo decenas de ofertas con camperas del muñeco favorito de su hija.

Fuente: Clarín.

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