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Fran, la primera investigadora trans del Conicet que busca abrir el camino a la diversidad

A los 39 años, se sintió segura para hablar sobre su identidad de género autopercibida.

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25-09-2020 17:20

Este miércoles, el Consejo Académico del Instituto Balseiro, aprobó la creación de la Comisión de género, diversidad y convivencia. Resultado de la lucha de muchas investigadoras y científicas, entre ellas Fran Bubani, quien sintió que el ámbito de las ciencias duras era hostil cuando hace un año habló sobre su identidad de género autopercibida. “Espero poder contribuir para que otras personas tengan el camino más allanado. Es un paso súperimportante porque ubica al Balseiro no solo a la vanguardia en ciencia, sino también en inclusión y diversidad en el mundo”, dijo la ingeniera al medio TN.

Bubani tiene mucho que ver con los cambios que comenzaron a darse en las instituciones de investigación en el último año. Es ingeniera mecánica con un posdoctorado, investigadora asistente del Conicet en el Centro Atómico de Bariloche y la primera investigadora trans que visibilizó su identidad de género autopercibida en el Instituto Balseiro en esa ciudad.

Fue en noviembre de 2019, cuando finalmente le contó a su jefe y compañeros del Centro Atómico, que iba a pedir una licencia médica para una cirugía de reasignación de género. También, en enero de 2020 cambió su DNI para que la información correspondiera con su identidad femenina. “Me gustaría que otras personas se sientan seguras y puedan hacer su transición de género, no como hice yo, tratando de disimular, sino con la contención de las instituciones en el momento en que tengan ganas de hacerlo”, explicó.

Los prejuicios, la discriminación y los miedos hicieron que Fran esperara hasta lograr un cargo permanente para hacer la transición de género: “Mi peor temor era quedarme en la calle porque la discriminación viene disimulada. No te aprueban en un proceso de selección, no te dejan alquilar, no es que te dicen o escriben en un papel 'no te aceptamos porque sos trans'. Yo hice lo posible para preservarme".

Fran Nació en Belo Horizonte, Brasil en 1980. Allí creció sabiendo que era mujer, pero durante mucho tiempo intentó ocultar cuál era su identidad: “En la infancia pensaba que no tenía el cuerpo correcto, pero creía que no se podía hacer nada al respecto. Tuve una infancia trans invisibilizada".

Por mucho tiempo intentó vivir como varón. "Pensaba que tenía que resignarme a adoptar ese rol que me tocaba por el sexo asignado al nacer, por los genitales que tenia cuando nací. Me decía a mí misma 'voy a tratar de cumplir con lo que se supone que tengo que hacer'”, recuerda desde Bariloche en comunicación con este sitio.

Con respecto a su sueño profesional, ella tenía muy en claro ya desde la escuela primaria que quería ser astronauta o científica y consiguió lo segundo. “Pude estudiar, desarrollar una carrera y perfeccionarme en el ámbito académico, pero el peso de no 'blanquear' mi identidad fue empeorando y me llevaron a lugares muy oscuros. En un momento dije 'basta no puedo seguir viviendo este teatro, aparentando ser alguien que no soy”, reflexiona.

Cuando se lo contó a su familia y a los amigos más cercanos, recuerda que sus familiares le dijeron que nunca se habían dado cuenta: “A mí me parecía rarísimo que los adultos no se hubieran percatado jamás sobre mi identidad. A mis personas más cercanas, les expliqué y la mitad no me creía. Escuché cosas como 'tenés un doctorado en el Instituto Balseiro, un posdoctorado en el exterior, no podés ser transgénero'”.

Fran explica que durante mucho tiempo le había parecido una locura hablar y vivir su identidad de género autopercibida: “Puntualmente por la discriminación. Más allá de que la ley argentina está a la vanguardia de Latinoamérica y el mundo, falta mucho en la práctica".

Tuvo miedo de perder el trabajo y de que todos estos años de estudio no sirvieran de nada. En 2008 llegó a la Argentina para hacer su doctorado en el Balseiro. Durante esos años empezó a plantearse cómo podría hacer su transición pero el proceso lo empezó en 2015: "Me di cuenta que no podía más y a comienzo de 2015 tiré la toalla. No podía seguir viviendo así”.

Ese año, mientras hacía su posdoctorado en Brasil empezó a pensar en la manera en que finalmente se mostraría tal cual era. “Cuando en 2016 obtuve el cargo como investigadora asistente en el Conicet en el Centro Atómico de Bariloche, sentí que tenía una posición más segura laboralmente para empezar la transición. No debería ser necesario esperar tanto tiempo para blanquear una transición de género, las personas que no entran dentro de la 'cis hétero normativa' no deberían sentirse amenazas por contar quienes son”.

Cuando lo comunicó en su trabajo, se asombró al descubrir que era la primera investigadora del Conicet en hacer una transición de género: “Somos 10 mil personas, la estadística nos dice que hay muchas personas trans pero nadie se animó en estos ocho años desde que salió la ley de identidad de género a blanquearlo. Es un argumento estadístico, no puedo ser la única”.

Más allá de haber sentido la indiferencia y destrato de algunos compañeros, asegura que tuvo muchísima contención de muchos colegas, principalmente de las mujeres en el Centro Atómico Bariloche: “En su momento, lo primero que noté fue un desconocimiento total de la normativa, falta de capacitación y conocimiento acerca de los procesos administrativos. No estaban preparados. Es fundamental que las instituciones se adapten a lo que dice la ley".

Para contribuir a que haya más diversidad e inclusión se unió al Grupo de Mujeres, Estudiantes y Trabajadoras del Centro Atómico de Bariloche, con quienes trabaja para terminar con las diferencias en materia de género dentro del Balseiro. “Ahí recibí un gran apoyo", sostiene.

Su trabajo como científica en el Centro Atómico de Bariloche

Fran cree que la inclusión de las personas trans en los diferentes ámbitos laborales no solo es fundamental y un derecho humano, sino que al excluirlas, la sociedad se pierden del aporte de excelente profesionales. Ella investigadora asistente del Conicet, trabaja con aleaciones con memoria en ciencia e ingeniería de materiales inteligentes, que son usados en aplicaciones de muy alta tecnología como por ejemplo en el área de la medicina o incluso en satélites. "La idea es mejorar esos materiales y que se puedan usar en cosas más comunes, del día a día”, explica.

Representación de las mujeres en la ciencia

Sobre el rol de las investigadoras y científicas, Fran advierte que “el Conicet es un ejemplo interesante porque en la carrera de investigador hay más mujeres que hombres, pero cuando se analizan las jerarquías, hay mas mujeres en las categorías mas bajas y hombres, en las mas altas. El porcentaje en cargos jerárquicos es muy bajo, mas allá de que hay más mujeres que hombre no logramos la equidad en cuestiones de género”.

Diversidad e inclusión

“Me parece importante decir que existimos, que estamos. Somos muchas personas en distintas áreas del conocimiento, personas trans que hacen investigaciones y es fundamental trabajar para generar espacios mas inclusivos porque la diversidad en las instituciones de ciencia esta invisibilizada”, afirma.

Comisión de Género, Diversidad y Convivencia

El Consejo Académico del Instituto Balseiro aprobó la creación de un espacio para el tratamiento de problemáticas que implican cuestiones de género y diversidad. “Es de suma importancia garantizar medios adecuados para canalizar denuncias ante situaciones de discriminación, violencia o sexismo, convivencia y que estas encuentren una respuesta adecuada, unánime y oportuna”, indicaron en el documento.

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