Mientras sigue la conmoción por el doble femicidio en Santiago del Estero, los investigadores intentan determinar cómo y por qué Jorge Vidal Fecha asesinó este domingo al mediodía a su expareja y a la madre de la mujer pero también buscan contrarreloj a los padres del acusado, que se encuentran desaparecidos.
El raid sangriento del asesino, jornalero de 29 años y seguidor de San La Muerte, empezó minutos después de las 12.30 del domingo, cuando sorprendió a Yésica Palmas, su ex, en la casa de una vecina. No le importó que la víctima estuviera con su pequeño hijo en brazos y la mató de un escopetazo.
Después recorrió en su moto las tres cuadras que separaban la escena del crimen de la vivienda de su exsuegra, Felipa Antonia Correa. La mujer de 39 años estaba cocinando el almuerzo cuando Vidal Fecha entró en su domicilio, la llamó por su nombre y al darse vuelta le pegó un tiro en el pecho y escapó a pie.
Mientras la policía blindaba la zona para preservar las posibles evidencias, el femicida aprovechó para escapar del lugar pero fue detenido horas más tarde deambulando con la escopeta calibre 16 entre sus manos, a pocos metros de la comisaría, por lo que no descartan que fuera a entregarse.
La sospecha
Entre todos los interrogantes que aún no tienen respuesta, uno de los focos de la causa que más preocupa a los investigadores es develar dónde y cómo están los padres de Fecha.
Según los testimonios a los que tuvo acceso El Liberal, el ahora detenido volvía de la casa de sus padres cuando asesinó a Palmas, su primera víctima. La hipótesis que investigan es si sucedió “algo” con sus familiares que lo “motivó” a que matara a la madre de su hijo, y también buscan conocer cómo se enteró de que estaba de visita en lo de una amiga.
Para dar con el matrimonio, una comitiva encabezada por el fiscal del caso se trasladó hasta la zona rural donde viven y rastrilló también los alrededores hasta el momento sin resultados. Temen que Vidal Fecha los haya atacado a ellos antes que a las mujeres.
