El juez de Control durante la feria, Néstor Daniel Ralli, ordenó que la madre de Lucio Dupuy, el niño de 5 años asesinado a golpes a fines de noviembre pasado en Santa Rosa, La Pampa, y Abigail Páez, su pareja, sean sometidas a nuevos peritajes psicológicos y psiquiátricos para determinar, entre otras cuestiones, si existían antecedentes de violencia familiar tanto entre las acusadas como en la relación de las dos jóvenes o de cada una de ellas con la víctima.
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Así lo resolvió el magistrado al hacer lugar a un pedido del abogado querellante, José Mario Aguerrido. El juez Ralli ordenó que la diligencia se lleve a cabo el 4 del mes próximo en el penal de San Luis en el que ambas mujeres están alojadas.
En una resolución de dos hojas, a la que accedió la agencia de noticias Télam, el juez Ralli aceptó todos los puntos de la ampliación de los peritajes solicitada, que abarcan, entre otras cuestiones, el análisis de la historia personal de Magdalena Espósito Valenti, la madre de Lucio, de 24 años, y de su pareja, Abigail Páez, de 27.
Los peritos también buscarán referencias en cuanto a la posible existencia de sensaciones de odio y de rechazo a la maternidad en las imputadas, la violencia como modo de vinculación, la relación de cada una de ellas con la figura masculina, qué significaba Lucio en sus vidas, cómo era la rutina de los tres, qué les molestaba o enojaba del comportamiento del niño, las características del vínculo entre ellas como pareja y con el nene, y si surgen elementos que refieran rechazo u odio de parte de ellas hacia el sexo masculino.
Según Télam, en el fallo el juez resolvió que los estudios estén a cargo de cuatro peritos oficiales: los médicos psiquiatras Martín Telleriarte y Camilo Muñoz, y las licenciadas en Psicología Laura Cabot y Virginia Carretero.
Mientras, en La Pampa, la abuela paterna de Lucio, Silvia Gómez, logró recuperar los juguetes del niño, que habían sido tirados a la calle, junto con muebles y otros objetos, por la madre de Abigail Páez cuando procedió a dejar vacío el departamento en el que su hija vivía con Espósito Valenti y el chico.
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El ingreso al departamento había sido prohibido por la fiscal Cecilia Martini al inicio del caso. Cuando se levantó la veda, Érica Frydlender entró y seleccionó las pertenencias que le interesaban, en tanto que dejó en la calle botellas vacías, colchones, ropa y los juguetes de Lucio. Algunos vecinos le avisaron de la situación a Gómez. “Pudimos recuperar cosas de mi nieto, aunque algunas cosas se llevaron, pero entiendo y nos reconforta que puedan jugar algunos niños con los juguetes de Lucio”, contó la mujer en Facebook.
Lucio fue asesinado a golpes el 26 de noviembre pasado y por el hecho fueron detenidas su madre y la pareja de la mujer.
Tras su muerte se determinó que el niño había sido asistido al menos cinco veces en un lapso de tres meses por politraumatismos en distintos centros asistenciales de La Pampa, aunque no había denuncias de profesional alguno al respecto, como así tampoco de las autoridades del jardín de infantes al que asistía.
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Por tal motivo se inició una investigación administrativa a nivel gubernamental para establecer responsabilidades de funcionarios en la omisión de denuncias que pudieron haber evitado este desenlace.
